Corren malos tiempos para Nissan. A finales del año pasado la compañía japonesa anunció críticos resultados. En un año han perdido el 94% de los ingresos y han empezado a coquetear peligrosamente con la quiebra. La situación es crítica y desde Japón presionan a la empresa para buscar una pronta y efectiva resolución. La fusión entre Honda y Nissan parecía hecha, pero finalmente ambas partes han tomado caminos diferentes. Muchos acusan a Makoto Uchida, CEO de Nissan, como el principal causante de la rotura. Ahora, la junta directiva de la compañía está considerando seriamente reemplazar al director general para así satisfacer una de las exigencias de Honda.
El problema de Nissan es mucho más complejo de lo que en un principio pueda parecer. El mayor accionista de la compañía es Renault, posee el 36% de las acciones de la empresa. Los franceses tienen voz y voto en cada una de las decisiones que los japoneses quieran adoptar. A lo largo de los últimos meses se han producido muchas especulaciones acerca del salvador de Nissan. Desde Tesla a Foxconn. El fabricante de dispositivos móviles, entre ellos el iPhone, ha llegado a personarse en las oficinas de Renault en París para negociar un acuerdo. Los taiwaneses se mantienen a la espera con la cartera abierta. Por el momento, su propuesta no parece convencer a nadie.
Nissan está entre la espada y la pared. Urge un acuerdo
La apuesta principal es salvar el acuerdo con Honda. Una fusión valorada en más de 60.000 millones de dólares. Durante las breves negociaciones varios eran los puntos críticos que debían firmarse. Si bien el término más usado es fusión, la realidad es que Honda podría absorber a Nissan. El resultado es la formación del tercer mayor fabricante a escala mundial. Sin embargo, Uchida es reacio a firmar un contrato que podría poner punto y final a la historia de la empresa. Diversas fuentes aseguran que Uchida no ha aceptado las exigentes condiciones de Honda y ante semejante postura estos han pedido su cabeza. Una cabeza que ahora corre verdadero peligro tal y como informa Bloomberg.
Ante la falta de grandes inversores que puedan salvar la empresa, la junta directiva de Nissan está empezando a considerar seriamente reemplazar a su CEO. Tal y como reconocen fuentes cercanas, el comité ejecutivo está evaluando potenciales candidatos para suceder al que ha sido el director ejecutivo desde 2019. Makoto Uchida siempre ha asegurado su retiro una vez la empresa haya recuperado una senda positiva. No quiere abandonar el barco en mitad de la mayor crisis a la que jamás se haya enfrentado la compañía. Mientras tanto, Nissan está ejecutando un importante plan de ajuste económico que podría suponer el cierre de fábricas importantes como la de Sunderland en Inglaterra.
Nissan está contra la espalda y la pared. Los japoneses buscan y rebuscan una solución que sólo Honda podría proporcionarles. El tiempo es un lujo que no pueden permitirse perder. Se necesitan soluciones y se necesitan ya. A pesar de los recortes, Nissan no ha reducido el gasto en I+D ni en desarrollo de productos. De hecho, este año se antoja especialmente importante teniendo en cuenta las novedades que están a punto de lanzarse al mercado. Tras años de desarrollo, el nuevo Nissan LEAF verá la luz en cuestión de semanas. Más tarde, a finales de curso, hará acto de presencia la nueva generación del Nissan Micra basado en la plataforma desarrollada junto a sus colegas de Renault.