La debilidad de unos es la fortaleza de otros. Actualmente, Nissan vive uno de sus periodos más delicados. La empresa, el tercer fabricante más importante de Japón, atraviesa un bache económico importante. El último balance de resultados reflejó una reducción de los beneficios del 94%. Ante semejante panorama, Nissan ha anunciado un drástico plan de recorte de 9.000 empleos a escala global y un 20% de la producción. Antes de finales del año pasado Nissan y Honda firmaron un memorando de entendimiento para una de las fusiones más grandes del mundo. Hoy, según fuentes japonesas, ese acuerdo se ha roto ante la falta de entendimiento.
Nissan es una de las marcas más importantes del mundo. Bien posicionada en mercados como el japonés, el europeo y el americano, pocos entienden cómo se encuentran en esta delicada situación. Tras la escandalosa salida de Carlos Goshn la compañía parece no encontrar un rumbo claro, aunque son muchos los proyectos que hay encima de la mesa. Nissan quiere recortar sus gastos, pero mantendrá y aumentará ligeramente la inversión en desarrollo de productos. Sin embargo, ahora, tras la ruptura de las negociaciones, la compañía queda en una posición muy comprometida, tal y como especifica Nikkei.
Nissan y su comprometida posición y el evidente riesgo de quiebra
El acuerdo entre Nissan y Honda podría haber creado el tercer conglomerado más grande del sector de la automoción a escala global, después de Toyota y Volkswagen. El pasado 17 de diciembre ambas partes firmaron un contrato en el cual se citaban para negociar las condiciones de la fusión. Una rúbrica en cierto modo acelerada y condicionada por la presencia de un importante fabricante chino interesado. Nadie en Japón quiere que su tercer fabricante de coches más grande caiga en manos de los chinos. Foxconn es una de las empresas tecnológicas más grandes del mundo y de China, encargada, entre otras tareas, de fabricar los millones de dispositivos de Apple.
A través de su filial de automóviles, Foxtron, los chinos han llegado a presentarse en las oficinas de Renault con una gran oferta de compra. Cabe recordar que Renault y Nissan forman una familia en la que los franceses son dueños del 36% de la compañía japonesa. Es su máximo accionista. Desde el principio, Luca de Meo, CEO de Renault, se ha mostrado abierto a cualquier posibilidad, incluida la venta de su socia. A pesar de las expectativas el precipitado acuerdo entre compañías niponas supuso el fin de las negociaciones con los chinos. Por su parte, Mitsubishi, la tercera en discordia en esta guerra familiar, ha estado tentada de sumarse a la unión entre Nissan y Honda, aunque nunca ha dejado clara su postura.
Poco importa ya si las fuentes japonesas están en lo cierto. Si bien todo eran alegrías y confianzas en la firma del memorando, no tardaron mucho en aparecer las primeras tiranteces. Honda quería convertir a Nissan en una filial, algo que no gustó nada en Yokohama. De igual forma, Honda exigía a Nissan importantes recortes, más allá de los inicialmente propuestos al igual que mostraban su preocupación por la influencia de Renault. Si bien ninguna de las dos partes ha confirmado la información, la bolsa de Tokio ya se ha hecho eco de las noticias. Las acciones de Nissan han caído ante las dudas que surgen sobre su supervivencia sin acuerdo, mientras que las de Honda han aumentado como señal del aparente rechazo de los inversores a la fusión.