La electrificación es un proceso irreversible en el que casi todos los fabricantes de coches están inmersos, con pocas excepciones. No obstante, aún faltan varios años para que los motores eléctricos dominen completamente sobre los de combustión. Este periodo es aprovechado por aquellos que buscan mantener viva esta tecnología sustituyendo los tradicionales motores de pistones de cuatro tiempos por alternativas menos contaminantes y más fáciles de mantener, como el Omega 1 de Astron Aerospace.
Una idea sencilla, con buenas especificaciones técnicas y sostenible. Su diseño se basa en la rotación, pero no es un motor ni una turbina Wankel como los que quiere revitalizar Mazda. Según sus creadores, genera emisiones "cercanas a cero" funcionando solo con hidrógeno. Ofrece una alta potencia específica (una elevada relación potencia-peso), lo que, teóricamente, podría permitir su uso tanto en vehículos grandes, como aviones, así como en coches o motocicletas.
El motor rotativo que quema hidrógeno y que no es de Mazda
El motor está compuesto por dos pares de rotores. Cada par consiste en un primer rotor y, ubicado sobre él, y otro acoplados para girar en direcciones opuestas. El primer par de rotores es el 'frío' y funciona como un sobrealimentador (similar a un turbo), absorbiendo y comprimiendo aire en una precámara.
El segundo par es el 'caliente' y se encarga de las etapas de combustión y escape. El sobrealimentador superior comprime el aire de admisión a una presión de entre 14 y 21 bares (200-300 psi), mucho más alta en comparación con los 2,5 bares que típicamente maneja un motor convencional con refuerzo.
El motor Omega 1 pesa solo 15,9 kilogramos y es capaz de generar 160 CV de potencia con un par de 230,5 Nm. Funciona a 1.000 rpm en ralentí y puede alcanzar velocidades de hasta 25.000 rpm. Para ponerlo en perspectiva, un motor de gasolina convencional de tres cilindros y un litro, que pesa aproximadamente 97 kilogramos, genera un poco más de 120 CV. La mayor eficiencia del Omega 1 se debe en gran medida a la eliminación de las pérdidas 'parásitas' internas, que son inevitables en los motores de pistón tradicionales.
Para lograr esto, elimina las pérdidas asociadas a la fricción de las numerosas piezas móviles presentes en los motores tradicionales, como cojinetes, trenes de válvulas, resortes que deben operar miles de veces por minuto, pistones que se mueven verticalmente a alta velocidad y el bombeo de refrigerante. El motor de Astro Aerospace se refrigera por aire y no cuenta con válvulas ni resortes que requieran accionamiento. Las únicas partes móviles en el Omega 1 son los elementos giratorios.
Tampoco hay cigüeñal ni un eje excéntrico como en los motores Wankel. La potencia se transmite de manera directa y eficiente desde un eje de potencia giratorio. Si comparte con este la modularidad, permitiendo apilar los pares de rotores para aumentar la potencia y el par motor. Una configuración de dos motores Omega proporcionará el doble de potencia y par, alcanzando 320 CV y 460 Nm, con un peso total de menos de 32 kilogramos.
Cuenta con una función de ‘salto de disparo’ que mejora la eficiencia y funciona de manera similar a la desactivación de cilindros en los motores de pistón. Durante el funcionamiento a alta potencia, el motor dispara en cada rotación. Sin embargo, cuando la demanda de potencia es menor, este disparo ocurre solo cuando es necesario, por ejemplo, cada cinco o diez rotaciones.
El Omega 1 no es nuevo. Fue presentado hace dos años, pero ahora Astron Aerospace asegura que su motor rotativo puede funcionar únicamente con hidrógeno. Por ahora, la compañía no ha detallado el grado de eficiencia que se logra sustituyendo el empleo de gasoil por hidrógeno, que es el gran hándicap al que se enfrenta esta tecnología en la actualidad.