Desde que la Unión Europea puso en marcha los nuevos aranceles de importación a los coches eléctricos llegados desde China, el país asiático no ha parado de presionar para que estas tasas vuelvan a los porcentajes previos, pero la negociación con Bruselas en estos meses no ha sido fructífera.
La última medida tomada por tres de los principales fabricantes chinos, y eso incluye a BYD, SAIC y Geely, ha sido presentar una demanda formal ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Europa tiene cada vez menos aliados
La intención es, por supuesto, poner fin a una maniobra que han tachado de 'proteccionista' y que ya denunciaron en su momento ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), aunque el organismo acabó reconociendo que China había sido poco transparente con las subvenciones dadas a sus fabricantes.
Estas últimas, consideradas por Bruselas como excesivas y responsables de los bajos precios a los que venden en los mercados europeos, que entienden como competencia desleal, y por lo que han decidido subirle las tasas de importación en nuestro continente hasta un 45,3%.
El problema es que hay constructores en Europa y Norteamérica con intereses comerciales en China, y resulta que a la demanda asiática primero se unió Tesla, luego BMW se sumó también. Ahora es Mercedes el que se ha posicionado en la lucha contra estos aranceles, tal y como ha indicado el medio Bloomberg.
Ya en los últimos meses, varias marcas europeas han ido alertando de su descontento con estas nuevas tasas de importación, bien porque fabrican en territorio asiático y les afecta, o porque tienen relaciones comerciales con China y necesitan que haya un buen entendimiento para no arriesgarse a problemas con el negociado.
La razón es Smart
En el caso de Mercedes, produce junto a Geely coches de la marca Smart en China, por lo que le toca de lleno un arancel del 18,8%, a sumar al 10% estándar que ya se aplicaba antes.
Y eso que es el fabricante chino con la tasa más baja, pues a los vehículos del grupo SAIC (con marcas como MG) les afecta una subida extra del 35,3%. En el caso de Tesla, tiene que pagar un 7,8% más por traer a Europa coches fabricados en territorio chino.
Ahora Bruselas tiene poco más de dos meses para preparar la defensa, aunque los responsables políticos se muestran confiados, pues aseguran que hay una investigación previa "detallada y basada en hechos" que justifica esta medida.