En los últimos años, las pantallas táctiles se han convertido en una de las tecnologías favoritas de los fabricantes de automóviles. Sin embargo, a pesar de la utilidad que pueden tener a bordo de un coche, su uso puede plantear preocupaciones en términos de seguridad, puesto que, en más o menos medida, pueden distraer la atención del conductor sobre la carretera.
Ahora, de la mano de la Universidad de Cambridge, una alternativa más cómoda y segura podría estar en camino. Se trata de un sistema basado en la tecnología holográfica 3D que permitiría a los conductores mantener la atención en la carretera mientras tienen control total sobre las funciones del vehículo.
Así es la solución que podría dejar a un largo el uso de las pantallas táctiles en los coches
La eliminación de la mayor parte de las botoneras es algo inherente al I+D del sector automovilístico, sin embargo esta evolución también ha acabado planteando problemas relacionados con los despistes en la conducción. Las pantallas táctiles son menos intuitivas, ya que provocan que el usuario deba apartar la mirada de la carretera durante más tiempo. Ahora, el uso de proyecciones basadas en hologramas 3D podría ser la clave para mejorar la experiencia de usuario a la hora de consultar las diferentes funciones de infoentretenimiento de las que disponen los automóviles actuales.
El Departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge, con el investigador Skirnewskaja a la cabeza, ha publicado un estudio en el que se demuestra la eficacia del uso de hologramas 3D durante la conducción. Se trata de una investigación que ha tenido como punto de partida el análisis y forma de trabajar de los sistemas de conducción autónoma. Podría decirse que se trata de una especie de head-up display mejorado para poder disfrutar de todas las comodidades y herramientas en la pantalla.
Es un servicio que permitiría reducir las distracciones al volante, un aspecto que sigue cobrándose cada año miles de muertes en todo el mundo. Gracias a la disposición de la información en el parabrisas, sería posible seleccionar comandos para regular, entre otros, el sistema de climatización o la elección de la música. De esta manera, no se requeriría acudir a las pantallas táctiles situadas en la consola central.
Cabe destacar que esta tecnología apenas tendría recorrido comercial durante unos años, ya que los asistentes a la conducción actuales darán paso a programas de conducción autónoma total en tan solo unos años. Para entonces, no se requerirá que el usuario preste atención de lo que ocurre unos cientos de metros más adelante al gestionarse la información por una centralita.
La Universidad de Cambridge está cooperando con Google con el objetivo de desarrollar un sistema intuitivo capaz de evitar que el usuario tenga que volver a gestionar las funciones del automóvil a través de una pantalla con función táctil. Las pruebas ya han comenzado, por lo que se esperan importantes avances en la materia a lo largo de los próximos meses. Se trata de un servicio que contribuirá a una reducción de los despistes al volante y que se traducirá, por tanto, en una mejora de la seguridad.