La prohibición de vender coches con motores térmicos en 2035 supone, para algunos estados, una realidad prácticamente inconcebible. Uno de ellos es Polonia, que se ha opuesto rotundamente a esta legislación desde el principio. A esta postura en contra se han ido uniendo otras regiones, como Alemania o Italia, por ejemplo. Ahora, nuevas informaciones apuntan a que apelará hasta el final en pos de la supresión de esta Ley.
Según afirman desde Polonia, la decisión de la Unión Europea "carece de un análisis adecuado de las consecuencias sociales y de mercado que acarrearán estas prohibiciones". Por ello, en unos días presentarán ante el Tribunal Superior de la Unión Europea una moción contra el fin de la venta de automóviles con motores de gasolina, según ha podido confirmar la ministra de Clima polaca, Anna Moskwa.
“Presentaremos la moción en los próximos días”, afirmó la ejecutiva de Polonia al medio Radio Zet. La responsable también puntualizó que Polonia ha sido el único país que se ha mostrado tajante frente esta decisión desde el primer momento. Ahora, Moskwa confía en que todos los opositores que se han ido añadiendo posteriormente se unan en esta moción.
“No estamos de acuerdo con este y otros documentos del paquete ‘Fit for 55’ y lo llevaremos al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Espero que otros países se unan”, concretó Anna Moskwa en su intervención en el mencionado medio.
Recordemos que hace unos meses, el ministerio de Transporte de Alemania fue capaz de bloquear los planes de la Unión Europea al exigir la aprobación de los famosos combustibles sintéticos, una eximente que tuvo paralizada la negociación de la propia legislación final. Desde Polonia esperan dar un paso similar, aunque con un final diferente a lo propuesto por otras regiones, como Alemania.
Las autoriddes polacas directamente buscan la supresión de la ley de eliminar los combustibles provenientes del petróleo para 2035. Anteriormente, ya habían declarado en numerosas ocasiones que esta legislación supondrá el final para muchos puestos de trabajo, así como para un sector fundamental en Europa. Una demanda que va de la mano de lo que algunos directivos de importantes compañías automovilísticas han predicho y que abrirá aún más el paso de entrada en Europa para los fabricantes de origen chino, principalmente. Para evitarlo, algunos responsables ya piden la incorporación de una ley proteccionista (de las que ya avisan ciertos fabricantes chinos) que imponga importantes aranceles a las marcas importadoras de coches desde regiones ajenas a Europa.