Los fabricantes de automóviles viven una de las etapas de mayor incertidumbre de su historia. La transición a la movilidad eléctrica está suponiendo un verdadero reto. Las previsiones de la década pasada están muy lejos de cumplirse. Hoy por hoy no parece que nadie pueda transicionar fácilmente al coche eléctrico, ni el fabricante más pequeño ni el más poderoso. Porsche está pagando las consecuencias de esa inestabilidad. Los alemanes recuperarán los motores de combustión y los sistemas híbridos, aunque para ello tendrán que incurrir en “gastos adicionales significativos”.
Ya lo veníamos alertando durante los últimos meses. En poco tiempo Porsche ha pasado de tener un gran éxito en lo que a ventas eléctricas se refiere, a apenas aparecer en las listas globales. El Porsche Taycan fue el coche que introdujo a la compañía de Ferdinand Porsche en una nueva era. Una era que iba a suponer un antes y un después, y así fue. El Taycan ha sido durante cuatro años un modelo de éxito. Las ventas no dejaban de crecer hasta que un día se paralizaron. A pesar de sus grandes mejorías, hoy la berlina eléctrica germana languidece en los concesionarios sin que nadie le preste atención.
![Porsche Cayenne Eléctrico Trasera Porsche Cayenne Eléctrico Trasera](/uploads/s1/94/63/82/porsche-cayenne-ele-ctrico-trasera_5_659x371.jpeg)
O Porsche cambia de estrategia o recorta miles de puestos de trabajo
Los resultados de 2024 demuestran la caída. De las 310.718 unidades que Porsche vendió el año pasado en todo el mundo sólo 20.386 fueron Taycan. Una caída del 49% con respecto al 2023. Los datos asustan en Stuttgart, y con razón. Porsche ha tomado decisiones muy arriesgadas enfocadas en la electrificación. El Porsche Macan, el segundo coche más vendido de la compañía después del Cayenne, ha dejado atrás la combustión (al menos por ahora). El Macan eléctrico ha arrancado con buen pie en los mercados, pero se teme que sufra la misma línea comercial del Taycan. Al igual que el SUV, la serie 718 se volverá 100% eléctrica este año y más adelante habrá un Cayenne eléctrico.
Salvo el 911, todas las piezas alemanas serán exclusivamente impulsadas con baterías. Al menos esa era la propuesta inicial. A tenor de los resultados, Porsche se ha dado cuenta que no puede depender únicamente de los coches eléctricos. La semana pasada la compañía compartió los presupuestos preliminares para este curso y en ellos se distingue una partida de “gastos adicionalmente significativos” para áreas que ya se daban por muertas. Sólo en 2025, se prevé que la expansión de la producción y el desarrollo relacionados con los sistemas de propulsión de combustión e híbridos cuesten 831 millones de dólares. Esa cifra también incluye los costos de las "actividades de batería", por lo que no sólo se trata de un gasto relacionado con la combustión.
![Porsche Macan Delantera Porsche Macan Delantera](/uploads/s1/94/63/98/porsche-macan-delantera_5_659x371.jpeg)
La compañía estima que si vuelve a apostar por la combustión los márgenes de beneficio se recortarán del 12 al 10%. Una caída de dos puntos no parece mucho teniendo en cuenta lo que puede estar en riesgo si el mercado no responde como ellos esperan. Hace ya unos meses, los alemanes dieron las primeras pistas de su nueva estrategia. Seguirán fabricando coches eléctricos, pero los diseñará para montar motores de combustión. De esta forma Porsche quiere ofrecer un amplio abanico de mecánicas a sus clientes para que sean ellos los que decidan qué opción tomar. El cambio no será rápido. Se prevé que el Macan será el primero en sumar versiones térmicas más pronto que tarde.