Suele decirse que los coches eléctricos son más aburridos, que no transmiten y que son simplemente un medio para moverse desde A hasta B, dejando a un lado la parte emocional que tradicionalmente ha acompañado a los coches. El Alpine A290 es eléctrico y echa por tierra cualquier prejuicio que puedas tener sobre los coches eléctricos y la diversión que te producen al conducirlos. Porque sí: el A290 es divertido y te involucra en la conducción, aunque no es perfecto.
Cuando nació la nueva Alpine, el primer modelo fue el A110, que evocaba directamente al A110 original de los años 60 y 70. Tenía incluso hasta el mismo nombre. Las intenciones de la marca francesa eran muy claras: ligereza, deportividad y agilidad serían sus principales señas de identidad. Para conseguirlo, pusieron a trabajar a la gente de Renault Sport, la división encargada de desarrollar los Renault más deportivos, que desapareció con ese nombre pero se convirtió en Alpine Cars.
Así que los creadores del Alpine A110 moderno, de los Renault Clio Sport, Megane RS y demás perlas automovilísticas, son también responsables (o herederos de aquellos) del nuevo Alpine A290. No es un coche totalmente nuevo como el A110, sino la versión deportiva del Renault 5 E-Tech eléctrico. Un coche con un diseño magníficamente ejecutado y un fantástico comportamiento dinámico. La base era muy buena, pero han conseguido mejorarla.
Un coche pequeño, pero deportivo y gordo
A primera vista, el A290 se ve mucho más gordo que el Renault 5. No es una ilusión óptica, es una evidencia: en comparación con su hermano de Renault, la carrocería del Alpine A290 es casi cinco centímetros más ancha (49 mm para ser exactos) y tiene unas vías 60 mm más anchas. Tiene unas aletas más anchas, paragolpes más agresivos, pasos de rueda más prominentes, difusor trasero y unos faldones laterales que ya quisieran algunos deportivos de alta alcurnia.
Para no descompensar las proporciones, el equipo de diseño también lo ha estirado a lo largo y a lo alto. Es 75 mm más largo y 14 mm más alto que un R5 eléctrico. Aun así, sigue siendo un coche de dimensiones muy compactas: mide 3.997 mm de largo por 1.823 mm de ancho y 1.512 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.534 mm.
Su aspecto de coche gordo se complementa con la firma lumínica de cuatro faros, como en todos los Alpine, con dibujos en forma de cruz que recuerdan a los coches de rally. Cuando te acercas al coche con la llave manos libres, los faros muestran automáticamente una animación de bienvenida. Es un detalle divertido.
Las llantas de aleación son siempre de 19 pulgadas, con dos diseños diferentes. Las denominadas Iconic tienen un diseño retro que evoca a las llantas de Alpine A310, mientras que las Snowflake recuerdan los orígenes del nombre Alpine y se ofrecen con acabado negro brillante, negro semi diamantado o negro diamantado. Opcionalmente el embellecedor central de las ruedas puede ser azul.
Un interior más deportivo y enfocado en el conductor
El interior también toma la base del Renault 5, pero tiene muchos elementos específicos de este modelo. Empecemos por el volante, que tiene un diseño más deportivo y dos nuevos botones muy específicos. A la derecha, a la altura del pulgar, está el botón rojo de la función Overboost, que aporta potencia extra durante unos segundos. En la parte inferior, a la izquierda, una ruleta azul de tacto fantástico permite regular el nivel de la frenada regenerativa. Y al lado derecho tenemos el selector de modos de conducción.
A estos tres botones hay que sumar los tradicionales para controlar el control por voz, el teléfono, el control de velocidad crucero y el control de menús del cuadro de instrumentos. Al final tenemos una amalgama de botones que, me da la sensación, está un pelín saturada a conciencia para generar la sensación de estar conduciendo un coche de carreras moderno.
También cambia el diseño de la consola central, que tiene tres botones R, N y D para la caja de cambios igual que en el Alpine A110. Y también es diferente el diseño del salpicadero frente al copiloto, con un patrón diferente, y el diseño de la tapicería. La experiencia premium se redondea con un fantástico equipo de sonido Devialet con 9 altavoces y 615 vatios de potencia.
En los primeros niveles de acabado los asientos se cubren de un tejido hecho de plástico reciclado (15%) y fibra de cáñamo combinado con un tejido 100 % reciclado de color azul con pespuntes en gris y un logo de Alpine grabado en la parte superior del respaldo. El cuadro de instrumentos, los laterales de la consola central y los paneles de puerta están acolchados con tela. En las versiones superiores, los asientos, el salpicadero y los paneles de puerta reciben un tejido acolchado granulado. En las versiones tope de gama GT Premium y GTS, los asientos, el salpicadero y los paneles de puerta tienen una tapicería de cuero Nappa Azul Profundo.
El sistema multimedia con Google integrado tiene una nueva funcionalidad muy enfocada a la conducción. Se trata de un completo sistema de telemetría que registra un montón de parámetros: tiempos por vuelta, aceleración lateral, intensidad de la aceleración y la frenada en tiempo real, temperaturas de motor y frenos… Y también incluye desafíos de diversa índole, como intentar hacer el 0-100 km/h más rápido posible o intentar alcanzar un cierto nivel de fuerzas g en aceleración. Los desafíos se dividen en tres niveles: bronce, plata y oro, y en cierto modo recuerdan a los carnés de conducir del Gran Turismo. El sistema multimedia no tiene el asistente Reno del Renault 5, pero probablemente no lo echarás de menos.
Un coche eléctrico puede ser divertido y este lo es
Las fantásticas carreteras mallorquinas fueron el entorno elegido para probar el A290, aunque Alpine también nos preparó una jornada de conducción en circuito para exprimir al máximo las capacidades de su nueva criatura. El Alpine A290 se ofrece en dos niveles de potencia: 177 CV para las versiones GT y GT Premium y 218 CV en los A290 GT Performance y GTS. Nosotros probamos la última, el A290 GTS.
El motor tiene 218 caballos (160 kW) y 300 Nm de par motor. Es el mismo propulsor que utiliza, por ejemplo, el Renault Scenic E-Tech eléctrico. En este Alpine, es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 6,4 segundos. El A290 marca en la báscula 1.554 kilos, repartidos en un 57% sobre el eje delantero y en un 43% sobre el eje trasero. La posición de la batería, de 52 kWh de capacidad, permite tener un centro de gravedad muy bajo.
Esa es la teoría, vayamos ahora a la práctica. En carretera abierta, la puesta a punto del chasis y los fantásticos neumáticos Michelin Pilot Sport S 5 permiten un paso por curva muy rápido y eficaz. Entra bien en las curvas, cambia rapidísimo de dirección y se agarra con mucha determinación. En un tramo de montaña de curvas reviradas, se puede ir sorprendentemente rápido de manera sorprendentemente fácil. Aunque el coche tiene un planteamiento deportivo, el motor no tiene una respuesta brusca (típica en algunos eléctricos), sino que despliega su potencia de manera progresiva.
La suspensión no me dio la sensación de ser mucho más firme que en el R5, pero controla mejor el balanceo de la carrocería. Con toda la electrónica activa, va prácticamente sobre raíles, con un comportamiento muy neutro. Cuando desconectamos los controles, la parte trasera se insinúa y desliza fácilmente cuando ahuecas el acelerador, pero lo hace de manera tan progresiva que te da la confianza suficiente para hacerlo cada vez más brusco. Y eso hace que te diviertas cada vez más, porque intentas buscarle las cosquillas al coche sabiendo que no te la jugará.
El cabeceo es más pronunciado por una razón muy sencilla: el A290 frena mucho. En el eje delantero lleva discos Brembo de 320 mm con las pinzas monobloque de cuatro pistones del A110, mientras que en el eje trasero lleva discos de 288 mm. Utiliza un sistema por cable (by wire) sin conexión física entre el pedal y el circuito hidráulico, lo cual elimina el escalón que suele haber en los coches eléctricos entre la frenada regenerativa eléctrica y la frenada hidráulica. El pedal tiene buen tacto, la frenada es potentísima y muy resistente al uso intensivo, incluso en circuito.
La dirección es rápida, pero tiene dos contrapuntos: el tacto y el torque steer. Este último es bastante evidente cuando salimos de las curvas acelerando de manera contundente (no hace falta que sea a fondo). Los 300 Nm de par máximo se infiltran en la dirección, obligando a hacer pequeñas correcciones en el volante cuando aceleras fuerte al salir de la curva. En cuanto al tacto de la dirección, aparte de no ofrecer apenas información de lo que pasa en las ruedas, me parece demasiado blanda para un coche con este planteamiento deportivo, incluso en el modo de conducción Sport.
La motricidad es otro punto mejorable cuando vamos a ritmos alegres. No por los neumáticos, que agarran muchísimo, sino por la gestión electrónica. El A290 tiene un sistema que imita a un diferencial autoblocante (o intenta hacerlo) frenando la rueda que pierde tracción. A efectos prácticos, lo cierto es que a veces da la sensación de que corta o retrasa demasiado la entrega de potencia, dejando una sensación un poco agridulce en ese aspecto.
Mientras conducíamos el A290 por carreteras mallorquinas, quiso la casualidad que nos cruzásemos con un Renault 5 Turbo2, con cuyo propietario mantuvimos una charla muy agradable. La sensación de coche gordo del Alpine A290 se relativiza cuando está aparcado al lado del abuelo. Al propietario del Turbo2 le debía saber a poco el sonido de serie y llevaba un escape modificado que producía un sonido espectacular. El Alpine A290 también recurre a trucos.
Tiene un sistema Alpine Drive Sound que permite elegir entre dos sonidos artificiales diferentes. Uno es más 'suave' y el otro mezcla un sonido futurista de una nave espacial de ciencia ficción con el sonido de un motor de combustión. Es extraño. Dicho de manera resumida, lo mejor que puedes hacer es desconectarlo.
Gama y precios Alpine A290 (2024)
La gama del Alpine A290 está compuesta por cuatro versiones, más una quinta edición especial de lanzamiento que estará limitada a 1.955 unidades. El precio parte desde 38.700 euros antes de ayudas, que pueden alcanzar hasta 10.000 euros si sumamos la cuantía máxima del Plan Moves III (7.000 €) y la deducción en el IRPF (3.000 €).
Todas las versiones y sus respectivos precios se detallan a continuación:
- A290 GT: 38.700 € (177 CV)
- A290 GT Performance: 41.900 € (218 CV)
- A290 GT Premium: 42.800 € (177 CV)
- A290 GTS: 45.600 € (218 CV)
- A290 GTS Première Edition: 46.200 € (218 CV)
Hay cuatro colores para la carrocería, incluido un nuevo azul bautizado como Alpine Vision al que se le ha dado un efecto de mayor profundidad para proporcionar un mayor contraste entre las áreas claras y las oscuras. La serie limitada 'Première Édition' se ofrecerá en cuatro versiones: Première Édition en Negro Profundo, Beta en Blanco Níveo, La Bleue en Azul Alpine Vision y La Grise en Gris Tornado Mate.