Todos los coches consumen más cuando llega el frío. Da igual qué tipo de coches conduzcas: térmico, híbrido o eléctrico. Aunque los motivos son diferentes, todos consumen más y pierden autonomía en invierno, pero con los coches eléctricos suele suponer un inconveniente mayor.
¿Por qué se pierde autonomía con el frío?
En coches con motor de combustión, el gasto de combustible puede aumentar entre un 10 y un 15 por ciento cuando la temperatura ronda los 0 grados. El consumo aumenta principalmente porque el aire frío es más denso que el aire caliente, así que, para mantener la proporción aire-combustible correcta, se inyecta más carburante en cada admisión.
En el caso de los coches eléctricos, el motivo es lógicamente otro. Aquí tiene que ver con el gasto energético necesario para calentar el habitáculo (y la propia batería). Cuando hace frío, se necesita más energía para calentar el interior y esa energía se consigue de la batería.
Además, las baterías de litio pierden eficiencia cuando hace frío. La química interna de las celdas se vuelve menos activa, dificultando el movimiento de los iones y, por tanto, la entrega y la recepción de energía. Este y el anterior son los motivos principales por los que un coche eléctrico pierde autonomía con el frío. Pero no todos lo hacen por igual.
Los coches eléctricos que menos autonomía pierden... Y los que más
Un reciente estudio de Recurrent ha recopilado y analizado los datos de más 18.000 coches eléctricos y, a partir de ahí, han elaborado un ranking con la variación de autonomía en los veinte eléctricos más vendidos en Estados Unidos. Los datos son igualmente útiles a este lado del charco, pues muchos de los modelos se comercializan también en España.
El estudio compara la autonomía real en condiciones de temperatura ideal (20-23 ºC) con la autonomía real con 0º C de temperatura ambiente. Los datos muestran que, como mínimo, se pierde un 11% de la autonomía en el mejor de los casos, pero puede ser mucho peor según el modelo. Los eléctricos que menos autonomía pierden con el frío son los Tesla y el Audi e-tron, seguidos de los Hyundai.
A continuación se detalla el listado por modelos y el porcentaje de autonomía que conservan. Es decir, los primeros puestos son los que menos autonomía pierden; cuanto más abajo, más sufren con el frío.
- Tesla Model X: 89%
- Tesla Model S: 88%
- Audi e-tron: 87%
- Tesla Model 3: 87%
- Tesla Model Y: 86%
- Hyundai Ioniq 5: 85%
- Hyundai Kona: 84%
- Rivian R1S: 83% (no disponible en Europa)
- BMW iX: 83%
- Nissan Ariya: 83%
- Kia EV9: 82%
- Rivian R1T: 81% (no disponible en Europa)
- Kia EV6: 80%
- Tesla Model 3 sin bomba de calor: 79%
- Nissan Leaf: 78%
- Tesla Model S sin bomba de calor: 77%
- Ford F-150 Lightning: 74% (no disponible en Europa)
- Chevrolet Equinox EV: 74% (no disponible en Europa)
- Cadillac Lyriq: 72% (no disponible en Europa)
- Chevrolet Bolt: 69% (no disponible en Europa)
- Ford Mustang Mach-E: 68%
- Volkswagen ID.4: 63%
La bomba de calor marca la diferencia
De media, los eléctricos equipados con bombas de calor conservan el 83% de la autonomía en condiciones de mucho frío, en comparación con el 75% de la autonomía conservada por los que no llevan bomba de calor. Es decir, la bomba de calor ayuda a mejorar la autonomía alrededor del 10% de media cuando hace frío. Los que calientan el interior mediante resistencias convencionales son menos eficientes.
Una buena demostración resulta de comparar un Model 3 con bomba de calor y sin ella: mientras un Model 3 con bomba de calor pierde el 13% de su autonomía con el frío, un Model 3 sin bomba de calor pierde el 21%, según los datos de Recurrent.
El eléctrico que más sufre con el frío es el Volkswagen ID.4 sin bomba de calor, que pierde el 37% de su autonomía en condiciones reales de frío, según los datos de Recurrent. El ID.4 no está disponible con bomba de calor en Estados Unidos, pero en la versión europea que se vende en España sí se ofrece como opción con un coste de 1.040 euros.
Otro que sufre con el frío es el Ford Mustang Mach-E. Los que analizó Recurrent no llevaban bomba de calor, pero la marca ha solventado este problema tras la última actualización del modelo a finales del año pasado. El renovado Mustang Mach-E sí trae de serie la bomba de calor en todas las versiones.
También llama la atención los valores obtenidos por el Chevrolet Equinox EV y el Cadillac Lyriq. Ambos equipan bombas de calor, pero les afecta el frío como si no la llevasen. Una circunstancia extraña que, en cualquier caso, no atañe a los clientes europeos.