La última montura de Mecatecno en salir al mercado es una poderosa motocicleta eléctrica de trial: la Dragonfly es una montura que hereda las habituales ganas de Mecatecno en hacer cosas diferentes. Y es una alegría ver cómo han recuperado el glorioso nombre: y es que en los años 80 las Dragonfly 326 ya poblaban las zonas de las competiciones de trial, con aquel curioso modelo con sus carismáticas llantas de tres palos de color rojo.
La Dragonfly posee unas características que hacen de ella una moto muy especial, muy diferente a lo conocido en el sector pero que, sin embargo, se está mostrando perfectamente válida en competición, como lo está demostrando el corredor catalán Oriol Noguera.
Un espectacular chasis realizado en dos piezas
Quizás el chasis sea de lo más llamativo de esta Mecatecno Dragonfly: por un lado, vemos un pequeño entramado de tubos de acero que parte desde el tubo de dirección. Como a la mitad del recorrido se ancla una segunda parte realizada en aluminio que es la que llega hasta el anclaje con el basculante. Espectacular.
El utilizar diferentes materiales, según la marca, se hace para brindar rigidez donde es necesario y flexibilidad donde se requiere. Por cierto, según asegura Mecatecno, “se emplean técnicas de ensamblaje de piezas de aluminio con base aeronáutica, utilizando un sistema de ensamblaje sin soldadura (Solderless assembly system)”.
El basculante, por su parte, también está confeccionado en aluminio y a él se ancla el amortiguador, de anclaje directo. Esta unidad, por cierto, está firmada por Öhlins. En la parte delantera nos encontramos con una horquilla M4 Trial Air 39, con barras de 39 mm de diámetro y 175 mm de recorrido.
Lo más importante que remarca la firma es, por un lado, el bajo peso obtenido (60 kg) y, sobre todo, su reparto: 50 % en cada eje.
El motor y la batería son ligeros para la práctica del trial
El peso es un factor fundamental en una motocicleta como la Dragonfly: las de trial han de ser muy manejables por lo que un alto peso no es deseable. Además, una respuesta inmediata del motor es muy bienvenida en el trial para superar secciones de importancia.
El peso total es bajo y a ello han contribuido tanto el motor (menos de 4 kg), de minimalista diseño como la batería, una unidad (acabado 3.2) que ofrece 1.875 wh de capacidad. Por cierto, opcionalmente se puede optar por una batería de más capacidad, la 4.0 que llega a los 2.352 Wh con un peso similar.
El motor ofrece, según los responsables, más de 15 CV de potencia y 100 Nm de par. Tiene tres mapas diferentes de funcionamiento que se manejan desde un pequeño botón situado en la piña izquierda del manillar.
Un detalle que remarcan desde la firma catalana es que un motor eléctrico nunca se cala, algo que sí puede ocurrir con las motos de combustión. Esto, en medio de una competición, es una característica muy a favor de los motores eléctricos.
Para evitar sobrecalentamientos, se ha optado por instalar un disipador de calor en la parte frontal (no es un sistema de refrigeración líquida) para controlar la temperatura.
En la parte superior del chasis, a resguardo de los posibles golpes, se encuentra un display digital con información referente al kilometraje, al estado de la batería y a la temperatura del motor. La Mecatecno Dragonfly está disponible a un precio de 11.979 €.
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