Deportivas o con clara inspiración ‘vintage’. En el mercado podemos encontrar una motocicleta eléctrica que se adapte a un diseño de los que están más de moda. Pero, la verdad, es que pocas veces hemos visto una moto eléctrica que parece que la han modificado unos fanáticos de las motos.
Las motocicletas 'CafeRacer', popularizadas en Inglaterra en los años cincuenta, tenían como particularidad el estar modificadas por los propios usuarios, aportando un plus de deportividad a sus primitivos diseños clásicos: se cambiaban manillares, estriberas y partes de la carrocería para aportar exclusividad cuando sus propietarios se movían 'de café en café' a toda velocidad. De ahí su denominación.
Pues bien, esta nueva Insork EM77 parece ‘beber’ de la esencia de las 'CafeRacer', con cierto regusto también a las ‘Muscle Bikes’, esas imponentes motos donde se las despojaba de carenados para dar prioridad visual al motor.
Todo es motor, en apariencia
La verdad es que realmente esta EM77 responde mucho a ese espíritu de ‘Muscle Bike’, aunque en la marca solo hablen de 'CafeRacer': el imponente conjunto motor-batería llama poderosamente la atención, siendo el eje principal de la motocicleta.
El motor, refrigerado por agua, ofrece una potencia de 10,5 kW, lo que permite a la Insork alcanzar los 140 km/h, suficientes para una moto sin carenado. Y la aceleración declarada por el fabricante es de 2,8 segundos en el 0-50 km/h y de 6,5 segundos en el 0-100 km/h. Buenos datos. La transmisión de la potencia a la rueda por correa dentada hace que las labores de mantenimiento se reduzcan.
Por su parte, la batería es bastante capaz (¡y grande!): y es que hablamos de una unidad de 10,5 kWh de 61 kg de peso. La autonomía declarada, a 80 km/h (una media muy normal para este tipo de motocicletas) es de 200 km. No está mal.
El tiempo máximo de carga es de 3 horas, una cifra bastante aceptable para la capacidad tan alta de la batería. Y los ciclos máximos de recarga, para ofrecer un correcto funcionamiento, se van a los 1.500.
La carrocería es minimalista
Un pequeño guardabarros en la rueda delantera y otro en la trasera, el falso depósito de combustible y la cubierta de la batería son las notas de color: no hay más carrocería. Eso deja el protagonismo al grupo motriz.
El sillín tiene una estética muy conseguida, con apariencia de antiguo, gracias a su acabado en símil cuero viejo. Y sobre el manillar se ha instalado el 'toque moderno', una pantalla TFT de nada menos que 7 pulgadas donde visualizar los distintos parámetros tanto de la conducción como del motor.
En cuanto a la parte ciclo, la EM77 viene dotada de un sistema de frenos de disco, apoyado por la inestimable ayuda (y eficacia) de un ABS. Las suspensiones, por su parte, son bastante simples, con una horquilla delantera invertida y un doble amortiguador trasero, todos sin posibilidades de regulación más que la habitual compresión de los muelles de los amortiguadores.
Más información en: Insork EM77