La Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) valora muy positivamente el que se clasifique el parque de motocicletas y ciclomotores en función de su potencial contaminante, a través de las etiquetas de la Dirección General de Tráfico (DGT), pero pide que se establezca un criterio "entendible" a la hora de restringir al tráfico los vehículos de dos ruedas.
El secretario de la asociación, José María Riaño, subraya, que las etiquetas que clasifican a los coches y a las motocicletas y ciclomotores no son equivalentes entre sí, y reclama que no se metan a estos últimos "en el mismo saco" de los automóviles.
"Distinguir (con etiquetas medioambientales) las motos nuevas de la viejas parece algo muy lógico, pero pasar de tener todas las motos exentas (de las restricciones al tráfico) a meterlas en el mismo saco que los coches sería un error", recalca.
Hay cuatro niveles de catalogación: Cero, Eco, B y C. La etiqueta Cero (Azul) se concede a los vehículos clasificados en el Registro como vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículo eléctrico de autonomía extendida (REEV), vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible.
La colocación del distintivo es voluntaria, al igual que sucede con los turismos. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda pegarla en lugar visible para facilitar la identificación del vehículo y beneficiarse así de las ventajas que las distintas autoridades puedan establecer a este tipo de vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
Riaño señala que es "importante" que los ayuntamientos entiendan bien el clasificado propuesto por el organismo que dirige Gregorio Serrano, ya que serán los primeros en desplegar medidas de restricción al tráfico basadas en las etiquetas.
"La DGT lo único que hace es coger cada tipo de vehículo y separar al 50% la mitad más positiva de la mitad más negativa, por lo que un coche con etiqueta C no equivale a una moto con etiqueta C. Si los ayuntamientos deciden que todos los vehículos (sin distinguir entre coche y moto) con un tipo de etiqueta determinada no pueden circular no sería un criterio ajustado", matiza.
En el caso de Madrid, el secretario general de Anesdor propone que si determinados coches, dependiendo de si tienen matrícula par o impar y de su etiqueta, no pueden circular cuando se activa el escenario 3 del protocolo de anticontaminación, se haga lo propio con las motos pero en el escenario 4.
"Hay que buscar un equilibrio y algo que sea entendible. Es muy importante la comunicación y los mensajes que se manden a los ciudadanos", apunta.
Según Riaño, el crecimiento del parque de motos español se está beneficiando de las congestiones de tráfico que se dan en las grandes ciudades, ya que las personas buscan un medio de transporte que solucione sus necesidades de movilidad al mismo tiempo que sea económico.