Aunque el futuro de las baterías de los coches eléctricos pasa por aquellas de tipo LFP -de litio ferrofosfato, que cada vez equipan más vehículos- más que por las actuales de NCM -de níquel cobalto manganeso-, ambas contienen litio.
Y aunque este mineral existe en grandes cantidades en la superficie terrestre y se acaban de encontrar yacimientos enormes, la extracción del litio no es, por ahora, demasiado eficiente desde el punto de vista económico ni, sobre todo, desde el punto de vista medioambiental.
La demanda de litio, en ascenso
Pero la demanda del litio es tal -un millón de toneladas para este 2024, según la agencia de precios especializada en minería Benchmark Mineral Intelligence [BMI]- y, sobre todo, crecerá tanto -hasta un 15% al año hasta 2033, según la citada BMI y debido a la previsible transición hacia los coches eléctricos-; que es necesario optimizar los actuales métodos de extracción.
Actualmente existen dos métodos para extraer litio, un mineral del que hasta el 87% de su extracción anual se destina ya a la producción de baterías para los coches eléctricos.
El primer método es aquel de minería de roca dura, que se usa principalmente en Australia y en China y que logra extraer cerca del 50% del litio actualmente en el mercado. Y, el segundo, el método de la evaporación al aire libre de salmuera, que se lleva a cabo en el “triángulo del litio” -en países como Chile, Bolivia o Argentina- y en Europa.
Pero estos métodos no son nada respetuosos con el medio ambiente, ya que para la extracción en roca se utilizan equipos de minera operados mediante diésel y que liberan mucho CO2 y, en la extracción química en salmuera, enormes cantidades de agua y, también, un importante gasto en electricidad
Precisamente en Fráncfort, Alemania, la empresa australiana Vulcan Energy, que opera plantas de extracción de litio en salmueras en la cuenca del río Rin, acaba de anunciar un método de extracción que limita las necesidades energéticas para la misma y que podría cambiar la forma en la que se logra el litio necesario para las baterías de los coches eléctricos.
Este método limita las necesidades tanto de agua como de gasto eléctrico y podría llegar a proporcionar un proceso con un equilibrio de carbono casi neutro.
Litio sostenible proveniente de Europa… para lograr la independencia de China
De esta forma, y para 2027, Vulcan Energy planea poder producir hasta 24.000 toneladas de litio -denominado ‘oro blanco’ debido a su valor industrial- al año. Y eso sería una cantidad suficiente para construir baterías para casi 500.000 coches eléctricos.
No nos engañemos; esa cifra no cubrirá el total de las necesidades de litio de la industria europea, máxime si, como parece, la UE buscará construir una industria de baterías que limite su actual dependencia de China en cuanto a estos dispositivos.
Pero esa cantidad de litio ‘sostenible’ ayudará igualmente a que la UE deje de importar otras tantas toneladas de Australia, América del Sur y, sobre todo, China; un país con el que la UE mantiene, a raíz de los aranceles añadidos a los coches eléctricos, una guerra comercial.
Además, ese aumento en la producción de litio `sostenible’ contribuirá significativamente, ya no sólo a reducir las importaciones desde China, sino también a poder lograr el objetivo que, para 2030, se ha marcado la UE: que el 40% del litio que emplee su industria se extraiga de las reservas europeas.
Así lo explica, en declaraciones a Automobile Prope, Alina Racu, experta de la ONG especializada en movilidad sostenible Transport&Envirioment: “el refuerzo de la soberanía del Viejo Continente en cuanto a las baterías para coches eléctricos pasará por el esfuerzo colectivo. Además del litio, cada componente [de una batería] debe ser producido localmente, incluyendo los cátodos, que son predominantemente de producción china. Si Europa quiere desempeñar un papel protagonista en la futura producción de baterías, tendrá que finalizar rápidamente sus proyectos de extracción y refinamiento del litio”.