BASF es una empresa más que conocida dentro del sector de la automoción, al ser especialista en labores químicas para baterías de coches eléctricos. Hace apenas unas semanas supimos de la firma de un acuerdo comercial entre esta y CATL en post del reciclaje de los diferentes materiales de las baterías. Ahora también se unen a SVOLT, el fabricante chino de celdas de batería. Ambas empresas se dan la mano para cooperar en el desarrollo de nuevos materiales para estos almacenes energéticos, así como el propio suministro de las materias primas.
Según las declaraciones realizadas por los directivos de BASF, esta asociación combinará las fortalezas de ambas partes en la fabricación de células, materiales activos de cátodos y reciclaje de baterías, de cara a alcanzar la neutralidad de carbono. Esto desemboca directamente en una mejora en las capacidades de investigación y desarrollo de los futuros dispositivos, con la visión principal de garantizar unas futuras baterías más sostenibles y eficientes energéticamente. También pretenden elevar la fortaleza china dentro de este sector, para afianzarse como la región más importante a nivel mundial en la fabricación de baterías.
La expansión de las empresas chinas es un hecho, y en esto también se encuentran inmersas nuestras protagonistas de hoy. A día de hoy, BASF está construyendo su nueva factoría ubicada en Schwarzheide, Alemania, donde también se incluirá la planta de reciclaje de materiales y en la que serán capaces de producir un total de 400.000 componentes anualmente para vehículos eléctricos. Por otro lado, SVOLT también se encuentra en construcción de su fábrica en Saarland, Alemania.
Una de las bazas principales de las que gozará esta unión será de la adquisición de materiales escasos, de cara a evitar la falta de suministro de materias primas para ambas empresas. También, uno de los protagonistas, será el propio suministro de materiales de cátodos entre ambas. Desde SVOLT esperan que este mano a mano se formalice como una muestra sólida de posición en el mercado con una visión clara de favorecer a un más notable y rápido crecimiento a nivel mundial como proveedor de materiales y piezas de baterías.
En declaraciones realizadas por el presidente y director ejecutivo de SVOLT describe directamente esta conjunción con BASF como "una parte importante dentro de la cadena de suministro global". Esperan que esta sea productiva principalmente en el ámbito de la innovación y el desarrollo de las baterías para coches eléctricos, así como promover el perfeccionamiento de estos dispositivos energéticos.
Esta asociación beneficia a ambas partes, pero en el caso concreto de SVOLT puede llegar a serlo aún más. BASF posee actualmente un importante número de proveedores de níquel, así como de otros compuestos ricos en manganeso y libres de cobalto, importantes materiales para la fabricación de cátodos. SVOLT ofrece células sin cobalto y basados en una mezcla de níquel y manganeso, materiales que poseen en abundancia los chicos de BASF.
Definitivamente, desde BASF se encuentran ahora en un importante momento de expansión, formando uniones relevantes como esta de la que hablamos hoy, o la que ya pudimos contar hace algunas semanas con CATL. En cualquier caso, la firma espera tener importantes acuerdos cerrados con marcas automovilísticas de relevante calado de cara a afianzarse como uno de los grandes del sector de las baterías para coches eléctricos.