La nueva marca Ebro SUV ya está fabricando sus primeros coches en Barcelona. Como toda marca nueva, sus potenciales clientes pueden tener ciertas dudas sobre la fiabilidad y la disponibilidad de piezas, una cuestión que quieren resolver asociándose con Kuehne + Nagel.
Ebro y Kuehne + Nagel han llegado a un acuerdo para una asociación logística de posventa durante los próximos tres años en España. De esta manera, la nueva marca española ofrecerá garantías a sus clientes de que podrá suministrar piezas y recambios en tiempo y forma cuando sea necesario.
Ambas compañías trabajarán "en el establecimiento de una solución fiable para el almacenamiento y distribución de piezas de recambio". En este sentido, Ebro España tendrá su almacén central de repuestos en Azuqueca de Henares (Guadalajara), en las instalaciones de Kuehne + Nagel. Una localización estratégica en el centro de la Península para poder abarcar todo el territorio de manera óptima.
Según ha informado Ebro en un comunicado, el acuerdo "añadirá valor a toda la cadena de suministro posventa y mejorará la satisfacción del cliente final". Para la firma automovilística, que recordemos pertenece al grupo chino Chery, esta planta tiene "la ubicación ideal para distribuir con rapidez a toda la península ibérica". Su socio cuenta con un amplio bagaje en estas operaciones.
El presidente de Ebro, Pedro Calef, ha señalado que el acuerdo "permitirá una distribución posventa rápida, eficaz y medioambientalmente responsable". Un aspecto importante en cualquier marca, pero muy especialmente en una marca nueva recién llegada al mercado.
Ebro comenzó a fabricar el día 20 de noviembre su primer coche español. Se trata del Ebro S700, un SUV compacto con el tamaño de un Volkswagen Tiguan que se venderá con una versión híbrida enchufable de 347 caballos y otra versión de gasolina sin ningún tipo de hibridación. Hablamos de un SUV compacto que pretende competir en uno de los segmentos más difíciles y reñidos del mercado, donde también están el Hyundai Tucson, el Peugeot 3008, el Renault Austral o el Ford Kuga, entre otros.
Esta nueva marca, Ebro, utilizará la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Antes de que acabe el año ensamblarán unas 800 unidades del Ebro S700, a razón de 43 coches al día en dos turnos. Si la demanda acompaña, incrementarán el ritmo de producción. Pero la marca ya piensa en más modelos y pronto habrá también un SUV mayor (Ebro S800) y otro SUV más pequeño y más barato, el Ebro S400.