En BMW han cancelado de forma definitiva todas sus posibles vertientes abiertas sobre dar viabilidad al intercambio de baterías. A cambio, en lugar de emplear esta forma de restauración energética, se centrarán en mejorar la calidad y las especificaciones en su próxima generación de baterías para coches eléctricos, así como avanzar en el desarrollo de las de electrolito sólido. Así ha podido asegurarlo un representante de la compañía de Múnich en una reciente entrevista al medio especializado alemán Automobilwoche.
Muchos son los que aún recuerdan cómo al principio de la década pasada, los directivos e ingenieros de las principales marcas meditaban sobre las diferentes formas de paliar los efectos adversos de sus baterías aún escasas de capacidad. Una de estas ideas fue la de realizar intercambios de estos componentes en establecimientos habituados para tal efecto. Vislumbraron unos recintos donde el vehículo eléctrico llegaba con la batería vacía y se le cambiaba por otra completamente cargada.
El propio Elon Musk realizó un evento por el que se le practicaba este método a un Tesla Model S. No obstante y a pesar de los empeños, este método no llegó a buen término para Tesla. Sin embargo, el fabricante chino NIO continuó investigando sobre esta tecnología y actualmente la llevan a cabo sobre más de 500 estaciones de intercambio repartidas por todo el país oriental e incluso en Europa. Este proceso apenas demora 5 minutos, algo prácticamente idéntico a lo que ya promociona Gogoro sobre Taiwan, donde cuenta con un éxito arrollador.
Pero en BMW no están de acuerdo con este método y finalmente, y de manera oficial, queda completamente descartado, según ha podido informar el ejecutivo de la compañía: "Desde nuestro punto de vista, no es conveniente establecer una infraestructura logística y de carga para las estaciones de intercambio de baterías". Sus críticas hacia este método se dirigen de forma particular al importante desembolso económico que costaría llevar a cabo un sistema de este tipo. Debido a esto, sus coches eléctricos no portarán baterías intercambiables sino, más bien, baterías con mejores especificaciones.
Estas mejoras se centrarán en el apartado de densidad energética, principalmente. El directivo de BMW también tuvo tiempo para exponer algunos detalles con los que contarán los modelos de la Neue Klasse que llegarán en 2025, ya que esta nueva generación de coches eléctricos contarán con la capacidad para albergar baterías de estado sólido. De esta manera esperan eliminar por completo la ansiedad por la autonomía, así como reducir los propios tiempos de espera en la recarga.
Dada la velocidad a la que se encuentra evolucionando el sector de las baterías, es complicado encontrar un sentido para esta tecnología de intercambio, menos aún de cara a los próximos años cuando estas mejorarán de forma considerable. Con los nuevos Neue Klasse de BMW se espera que sus modelos alcancen autonomías mucho más próximas a los vehículos de motor diésel actuales. En cualquier caso, desde la firma de Múnich, para el año 2025 esperan contar con una batería de estado sólido lista y operativa.
