El auge de las bicicletas eléctricas ha dado lugar a una amplia variedad de opciones de compra, mucho más allá de las tradicionales bicicletas de montaña, carretera o urbanas. Entre las nuevas alternativas, destacan las fatbikes. Estas bicicletas se distinguen por sus neumáticos anchos y su diseño robusto, lo que les permite manejarse bien en terrenos difíciles como nieve, arena, barro o senderos rocosos.
La incorporación de asistencia eléctrica ha popularizado estas bicicletas en Norteamérica y, recientemente, en Europa. Sin embargo, muchas de las bicicletas eléctricas disponibles en Europa están diseñadas para cumplir con las normativas más flexibles de otras regiones, lo que puede hacerlas ilegales aquí.
Países Bajos, el paraíso de las fatbikes
Las características requeridas por la normativa no siempre son evidentes a simple vista, lo que complica la tarea de sancionar a ciclistas que utilizan bicicletas eléctricas ilegales. Si bien ha habido casos en los que se han impuesto sanciones a ciclistas, sancionar a los fabricantes es más directo, ya que deben garantizar que sus productos cumplen con los requisitos establecidos en el Reglamento UE 168/2013.
En noviembre del año pasado, las autoridades de transporte de Países Bajos advirtieron a 27 importadores que venden a través de Internet para que eliminasen de su oferta para Europa su catálogo de fatbikes. Ahora, en una operación masiva para detener la entrada de fatbikes que no cumplen con las regulaciones legales para bicicletas eléctricas o ciclomotores, las autoridades confiscaron un total de 16.500 fatbikes. La Inspección de Medio Ambiente y Transporte ha indicado que estas fatbikes, que provienen de diversos fabricantes chinos, se consideran ciclomotores ilegales.
La incautación es parte de una investigación llevada a cabo por la Inspección de Medio Ambiente y Transporte desde julio. Esta investigación ha resultado en la suspensión de la importación de fatbikes en el puerto de Róterdam. Además se han encontrado otros 1.000 ciclomotores no homologados en un centro de distribución de un proveedor en los Países Bajos.
¿Qué hace de una fatbike una bicicleta eléctrica ilegal?
Las bicicletas incautadas pueden superar los 25 km/h modificando los ajustes en la pantalla. Algunos modelos tienen una potencia superior a los 250 W y están dotados de un acelerador que permite poner en marcha el motor eléctrico sin pedalear. Todas estas características están expresamente prohibidas por la ley europea.
Configuradas de esta forma, estas fatbikes deben ser homologadas como ciclomotores eléctricos, es decir, vehículos de la categoría "L" que precisan de homologación industrial, necesidad de seguro obligatorio, permiso de circulación, iluminación y tarjeta ITV.
La irresponsabilidad de la industria
Según la Inspección de Medio Ambiente y Transporte de los Países Bajos, la responsabilidad de distribuir bicicletas eléctricas que no cumplen las normas recae en la industria. “Los fabricantes, importadores y vendedores deben asegurarse de que los vehículos cumplen las normas legales antes de su venta, "no se puede esperar que los jóvenes y sus padres distingan entre una bicicleta eléctrica legal y una ilegal. Es responsabilidad de la industria evitar que se vendan bicicletas eléctricas que no cumplen con las regulaciones".
Además, la inspección señaló que en los Países Bajos están apareciendo cada vez más ciclomotores baratos, inseguros y no homologado, y subrayó que es crucial que estos ciclomotores ilegales sean retirados de las calles, comenzando por detener su venta a través de canales comerciales oficiales.
Las fatbikes están causando numerosos inconvenientes y un notable incremento en el número de accidentes de tráfico en los Países Bajos. Su popularidad entre los jóvenes y su relativo bajo coste las han convertido en un tema recurrente en los medios holandeses, debido a los problemas que generan y al aumento significativo de los accidentes viales relacionados con estas bicicletas. No hay que confundirse: por tener pedales, un ciclomotor no se convierte en una bicicleta eléctrica.