Dos espectaculares proyectos chinos de energía solar: de la 'Gran Muralla' del desierto a las 'Tres Gargantas' del espacio

El futuro de la humanidad está destinado a necesitar una gran cantidad de energía que no puede proceder del petróleo. Las fuentes renovables serán un pilar fundamental y china lo sabe.

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Los megaproyectos solares chinos parecen sacados de una película de ciencia ficción. Grok
29/04/2025 09:30
Actualizado a 29/04/2025 09:30

La transición hacia un mundo más sostenible no se limita únicamente a los avances en los vehículos eléctricos e híbridos. Proyectos de gran envergadura, como la “Gran Muralla Solar” de China o sus planes para construir una planta solar en el espacio, están revolucionando el panorama energético global.

Estas iniciativas no solo impulsan el desarrollo de energías limpias, sino que también refuerzan la sostenibilidad de las necesidades energética mundiales, donde el crecimiento del mercado y de la industria basada en vehículos eléctricos es innegable y necesitará apoyarse en las fuentes renovables.

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La Gran Muralla China Solar estará formada por 40 km de paneles solares en el desierto de Kubuqi.

La Gran Muralla Solar: energía limpia a escala colosal

China, conocida por su capacidad de llevar a cabo megaproyectos, está construyendo la llamada “Gran Muralla Solar” en el desierto de Kubuqi. Este complejo fotovoltaico, con una longitud de 400 kilómetros, se posiciona como una de las mayores infraestructuras solares del mundo. Su capacidad de generación, estimada en 180.000 millones de kWh al año, superará con creces las necesidades energéticas de Pekín, una ciudad que consume alrededor de 135.800 millones de kWh anuales.

Lo fascinante de este proyecto no solo reside en sus cifras descomunales, sino también en su impacto ambiental. Además de proporcionar energía renovable, las placas solares ayudarán a combatir la desertificación al fijar la arena y reducir la erosión del suelo. Este planteamiento innovador convierte al proyecto en un modelo de sostenibilidad, mostrando cómo las infraestructuras energéticas pueden integrarse con la conservación ambiental.

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La Presa de las Tres Gargantas del espacio generará tanta energía como la del río Yangtsé.

Energía solar desde el espacio: el nuevo sueño chino

Si la “Gran Muralla Solar” parece impresionante, el plan de China de construir una planta solar en el espacio suena como algo sacado de una novela de ciencia ficción. La idea es desplegar una matriz solar gigante en órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de la Tierra, capaz de recolectar energía solar sin interrupciones, eliminando las limitaciones del ciclo día-noche y las condiciones climáticas terrestres.

Este proyecto, conocido como la “Presa de las Tres Gargantas del espacio”, aspira a generar más de 100.000 millones de kWh anuales, una cifra comparable a la icónica represa hidroeléctrica del río Yangtsé.

Si se materializa, esta innovación no solo revolucionará la forma en que obtenemos energía, sino que también establecerá un estándar para futuros proyectos espaciales y su impacto positivo en el cambio climático.

El impacto en los vehículos eléctricos e híbridos

Ambos proyectos tienen implicaciones directas en la movilidad eléctrica. Una red eléctrica robusta y limpia es esencial para el crecimiento del parque de vehículos eléctricos, y China parece estar liderando este frente.

La visión de un futuro sin combustibles fósiles no es un sueño lejano. Con proyectos como la “Gran Muralla Solar” y la planta espacial china, junto con el crecimiento constante de la infraestructura para vehículos eléctricos, el mundo está avanzando hacia un modelo energético más sostenible y eficiente.

Si bien los desafíos son enormes, la combinación de innovación tecnológica, inversión pública y privada, y un compromiso global por la sostenibilidad está marcando un nuevo paradigma. Desde el desierto de Kubuqi hasta el espacio exterior, la transición energética está más viva que nunca, demostrando que un futuro verde no solo es posible, sino inevitable.

Los avances en energía renovable y movilidad eléctrica no solo están transformando el mundo, sino también la forma en que vivimos, nos movemos y cuidamos del planeta.