Reino Unido atraviesa una grave crisis energética a causa de la escasez de combustibles. La falta de gasolina y diésel llega hasta el punto de que algunos consumidores tienen que probar suerte en más de 10 gasolineras hasta encontrar una que tenga suministro, y el ejército británico se ha preparado para proporcionar ayuda de emergencia. Otra de las consecuencias de esta carestía de combustibles ha sido un 'boom' en las búsquedas por Internet de coches eléctricos.
Aunque las autoridades han intentado llamar a la calma y han recomendado a los consumidores no comprar en pánico, el miedo de quedarse sin combustible en algún momento -y el hecho de ver que tus vecinos sí acuden a llenar el depósito de su coche- han hecho, lógicamente, agotar todavía más rápido las pocas reservas de gasolina y diésel que iban quedando. ¿Qué otra opción queda? No depender del combustible.
Según los datos de búsqueda de Google, las búsquedas por Internet de coches eléctricos en el Reino Unido se dispararon un 1.600% el pasado 24 de septiembre, el día en que la escasez de gasolina se convirtió en un problema real y generalizado a lo largo y ancho de todo el país. Según ha publicado la web de coches usados Carguide, las búsquedas de coches eléctricos multiplicaron por más de 16 el tráfico medio diario, una cifra récord.
La escasez de combustibles ha hecho disparar el interés de los británicos por los coches eléctricos, un movimiento teniendo en cuenta que estos últimos solamente dependen de la electricidad para moverse. Cabe recordar que, a finales del año pasado, Reino Unido aprobó prohibir la venta de coches exclusivamente térmicos a partir de 2030, adelantando los planes iniciales previstos para hacerlo en 2035. Esa decisión solamente deja cabida a coches nuevos que sean eléctricos (de batería o hidrógeno) o híbridos.
En los últimos meses se viene siguiendo una tendencia al alza en las matriculaciones de coches eléctricos, con más de 7.300 unidades registradas sólo en el mes de agosto. Será interesante ver si, efectivamente, el 'boom' en las búsquedas online de coches eléctricos (nuevos y usados) acrecenta todavía más esta tendencia en los últimos meses del año.
¿Por qué falta combustible en Reino Unido?
Curiosamente, la escasez de combustibles en Reino Unido no se debe a una falta de la materia prima como tal, sino a la falta de camioneros que la transporten desde el lugar de origen (puertos, refinerías, etc.) hasta las gasolineras, lo que a su vez es una consecuencia del Brexit. De hecho, en las refinerías se está acumulando el combustible.
Surtidores de combustible en una gasolinera.
Según la Asociación de Transportes por Carretera británica, se necesitan aproximadamente 100.000 conductores de camión en el país. En el gremio de los transportistas había una importante proporción de extranjeros, y alrededor del 20% de ellos abandonaron Gran Bretaña después de que esta votara a favor de salir de la Unión Europea. Esto también está causando estragos en industrias como los proveedores de alimentos y los supermercados.
Después de que dos de cada tres gasolineras se quedaran sin una gota combustible el pasado domingo, la situación parece que empieza a mejorar, aunque más de un tercio de las estaciones de servicio sigue sin suministro. El Secretario de Transporte y la Asociación de Minoristas de Gasolina han coincidido en que se estaban dando los "primeros signos" de que la presión sobre las gasolineras estaba empezando a aliviarse.
El gobierno británico espera que la situación se estabilice a corto plazo, pero ha movilizado a 150 conductores militares de camiones cisternas en espera, por si acaso, preparados para repartir combustible en las gasolineras.
Las compras en pánico y con el tiempo apremiando han tenido otras consecuencias. El Royal Automobile Club británico ha observado "un fuerte aumento" en el número de conductores que han sufrido una avería tras quedarse sin combustible, llegando a atender en un día el doble de las que normalmente se producen en una semana. También ha habido un aumento "dramático" en los consumidores que han puesto el combustible equivocado en su vehículo, en comparación con semanas normales, lo que puede provocar averías de consideración.