Tras muchos años siendo privada e inaccesible para muchos conductores de coches eléctricos, Tesla está trabajando para abrir su impresionante red de Supercargadores al mundo. El cambio de red privada a pública implica que la marca debe ajustarse a diferentes normativas en diferentes países. Una locura legislativa que podría suponer graves inconvenientes como en Alemania. Un pequeño detalle, un tecnicismo que a nadie importa implica que los supercargadores de Tesla son ilegales, aunque no hay de qué preocuparse.
A lo largo de los últimos meses, Tesla ha ido abriendo cada vez más puntos de carga a la red pública. Su red de recarga privada está considerada como la mejor y más fiable del mundo. Todos los conductores han recibido con los brazos abiertos el cambio de mentalidad de la compañía americana, aunque los precios por recarga no sean tan populares como muchos imaginaban. A pesar de ello es algo que celebrar, aunque puede ser todo un quebradero de cabeza para Tesla.
Europa es una pesadilla legislativa y normativa. Aunque existe una norma común para todos los países miembros, cada uno de ellos la aplica de forma individual. Los tecnicismos exigidos en Alemania no son los mismos que los que tenemos en España, y los que son aplicables en nuestro país no tienen por qué serlos en Francia, por ejemplo. Cada país legisla de forma particular y establece las normas que considera oportunas, y eso es un problema a la hora de crear puntos de carga estandarizados que pueden no cumplir todas las normativas de los países.
Tras llevar varios meses la red de carga abierta en Alemania, Tesla acaba de recibir la desagradable noticia de que sus supercargadores podrían ser declarados ilegales. El país teutón exige que cada punto de carga informe detalladamente de cuántos kWh se han suministrado y cuál ha sido la potencia de la estación de carga. La medición de la corriente debe ser precisa y, como ya sabrás si alguna vez te has acercado a algún Supercharger, Tesla opta por un estilo minimalista que no informa de absolutamente nada.
Toda la información se muestra en el coche o en la excelente aplicación móvil, pero no en el punto de recarga tal y como Alemania exige en su normativa. Pero que nadie se eche las manos a la cabeza porque no hay peligro de que el Estado paralice la actividad de la red de Tesla, pues no es la única que no cumple con el tecnicismo exigido por la Ley de calibración. Muchas otras compañías de recarga tienen el mismo problema, y ahora no ha supuesto ningún problema para seguir operando con normalidad.
Thomas Weberpals, jefe de la Oficina Estatal de Pesos y Medidas de Baviera ha declarado que por el momento el Gobierno no plantea actuar sobre Tesla ni sobre ninguna otra compañía que no presente un contador en los puntos de carga. Asimismo declara que es trabajo de la compañía modernizar las estaciones y asegura que Tesla está trabajando para lograrlo. Por el momento reina la lógica y el sentido común, ampliar la red de carga pública es una necesidad, aunque todos sabemos que en cuestiones de política no hay nada seguro.