No todo el mundo conoce la correcta presión de los neumáticos que han de llevar las bicicletas eléctricas de montaña. Y ese aspecto se muestra fundamental para poder obtener de ellos un rendimiento adecuado. Además, llevando los neumáticos con las presiones más óptimas podremos alargar su duración, algo muy recomendable en unos componentes que, poco a poco, se están disparando de precio.
Es cierto que, en principio, bastaría con chequear en los flancos de nuestros neumáticos el rango de inflado recomendado por el fabricante y ajustarse a él. Evidentemente nuestra presión tendrá que estar dentro de esos márgenes si no queremos tener problemas de fiabilidad con el neumático.
Pero un neumático de bicicleta eléctrica de montaña está sometido a muchos otros factores que tienen repercusión en la presión: y esos factores son tanto el tipo de conducción que realicemos como, por supuesto, el terreno por el que nos movamos.
Lo que nos cuenta nuestro neumático
Todos los neumáticos han de llevar inscritos en los flancos un rango de inflado, para que el neumático no sufra deformaciones e incluso reventones por un exceso de presión, o llantazos por un inflado deficiente. Habitualmente dicho rango estará reseñado en alguna de las unidades de medida siguientes:
- BAR (del griego Báros): Unidad de presión equivalente a un millón de barias, aproximadamente igual a una atmósfera terrestre (1 ATM). De este modo, una cubierta inflada a 2,0 bar tiene una presión de aire contenida de aproximadamente 2,0 atmósferas o ATM.
- PSI (Pounds Square Inch): Unidad de presión del sistema anglosajón, en la que una atmósfera equivale a 15 psi aproximadamente. De este modo, una cubierta inflada a 2,0 bar es equivalente a 30 psi.
¿Qué factores determinan la presión correcta?
Pues evidentemente son variados, aunque podemos hacer, de primeras, dos grandes grupos: el de las presiones correctas según el uso dado a nuestra emtb y el de las determinadas por el tipo de usuario. Dentro del primer grupo hablamos, por ejemplo, del estado del terreno y del tipo de mtb que vayamos a practicar.
Y es que no es lo mismo montar por un terreno seco que húmedo. En el primer caso, si el terreno está seco y duro, un neumático con una presión tirando a alta será de agradecer, lo convertimos así en más rodador. Si un día sabemos que nuestra ruta va a ser exclusivamente pistera, podemos incrementar en, aproximadamente, 0,50 bar la presión.
Si el terreno, aun estando seco, es técnico, con tierra y piedras sueltas, es recomendable no llevar una presión excesiva, ya que se perderá mucho 'grip' y tracción.
Ahora bien, si está húmedo, tanto si se circula por zonas de barro como por piedras o raíces, unas menores presiones serán bienvenidas. Se resentirá el avance (en especial en tierra) pero el agarre se verá incrementado de sobremanera. Por ejemplo, un día en el que el terreno está mojado y queremos realizar secciones técnicas, una disminución de 0,25 bar de nuestra presión habitual puede ser recomendable.
Luego otro aspecto es el tipo de mountain bike que queramos realizar: por ejemplo, si en nuestra mente está el rodar más por pistas, que sean firmes y que estén en buen estado, en definitiva, terrenos poco técnicos, un aumento de presión nos permitirá rodar más rápidos, no resintiéndose ni el agarre ni la comodidad.
Eso sí, si nuestro radio de acción va más allá, como pueden ser las trialeras, terrenos rotos y abruptos, lo que llamamos terrenos técnicos, una presión de neumáticos alta convertirá a nuestra montura en ingobernable.
Las características del usuario también tendrán su repercusión en la presión: hablamos del peso del ciclista. No es lo mismo un peso de 50 kg que uno de 100. Tendremos que ir incrementando la presión en función de ello.
El tipo de neumático también influye en la presión recomendada
Tanto por diseño, como por sistema antipinchazo escogido, las presiones de inflado variarán, por lo que es importante tenerlo todo en cuenta.
Por ejemplo, no es lo mismo un neumático delantero que trasero: el delantero, por norma, ha de llevar menos presión, porque recibe siempre el primer impacto con el terreno, controla la dirección de la bici y no soporta la mayor carga de nuestro peso (el trasero sí lo hace). Así que el trasero deberá ir más hinchado., lo que de paso ayudará a lastrar menos.
Por otro lado, la anchura del neumático también ha de ser tenida en cuenta ya que los más estrechos demandarán mayores presiones que los más anchos, para mantener la consistencia y evitar pellizcar la cámara en caso de llevarla instalada.
Hablando de cámaras, si llevamos este sistema en nuestros neumáticos es recomendable no llevar presiones excesivamente bajas para, como decíamos, evitar pellizcos o que nos desllante en un golpe. Por otro lado, el poder de penetración de cualquier elemento es menor, lo que evita en mayor medida los pinchazos.
Sin embargo, si llevamos un sistema Tubeless (se prescinde de la cámara y en su lugar va un líquido antipinchazos), los mayores refuerzos de los propios neumáticos y el hecho de no llevar cámara hace que podamos llevarlos con una presión todo lo baja que el fabricante nos permita, ya que no sufriremos pellizcos. Con este sistema el poder de personalización es mayor.
¿Qué pasa si llevamos una presión incorrecta?
Para empezar, es recomendable, a la hora de ajustar la presión de nuestros neumáticos, ir probando con ajustes mínimos. No se trata de estar todo el día ajustando, pero tampoco de poner la que creamos y echarnos a rodar sin más.
Las presiones máximas recomendadas por fabricantes, como norma, suelen ser algo elevadas, y las mínimas, muy bajas, así que es mejor dejarnos llevar un poco por nuestra intuición y sensaciones.
Los posibles problemas derivados de una presión inadecuada y que nos puede servir como referencia a la hora de ajustar la de nuestros neumáticos serían los siguientes:
- Una presión demasiado baja hace que haya una alta probabilidad de pellizco y llantazo, en el caso de levar cámaras. Por otro lado, se provoca una pérdida de eficiencia en el pedaleo y un lastre excesivo del neumático. Además, disminuye el control en las frenada y la sensación de inseguridad en las curvas aumenta.
- Una presión demasiado alta hace que nuestra bicicleta sea demasiado incómoda y rebotona, lo que disminuye el poder de tracción. El rendimiento en curvas también disminuye, comprometiendo el agarre. En zonas muy técnicas aumenta las probabilidades de sufrir un reventón.
Recomendaciones de inflado para los neumáticos de nuestras eMtb
Una recomendación es instalar neumáticos específicos para bicicletas eléctricas. No es algo imprescindible ya que hay neumáticos de categorías como el Enduro o el Downhill que por construcción y materiales serían adecuados para las caracterśiticas específicas de las bicicletas eléctricas de montaña pero, ya que existe actualmente un amplio abanico de opciones en el mercado para eBikes, lo vemos más oportuno.
Vamos a tratar dos ejemplos de la misma marca para simplificar y porque, al final, todos más o menos poseen características similares. Hemos escogido, por un lado, un neumático Michelin E-Wild Rear en medidas 27,5’’x2,60’’, un modelo destinado para la rueda trasera (combinación ‘mullet’) y de enfoque ‘endurero’. En sus especificaciones, habla de un rango de presiones de entre 1,5 y 4 bar (22-58 psi). Al ser un neumático para la rueda trasera, decíamos de que podía llevar algo más de presión que uno delantero. Si llevamos cámaras, podemos partir de una presión que rondara los 2,5 bar y, en caso de tubeless, irnos a los 2 bar. Probamos a ver cómo se comporta y vamos haciendo ajustes.
Como es un neumático para circular por zonas técnicas, lo más seguro es que vayamos bajando algo la presión para aportar más agarre y tracción aunque, ojo en el caso de llevar cámaras, no bajemos demasiado y tengamos problemas con los pinchazos.
El otro ejemplo que hemos seleccionado es el mismo Michelin E-Wild, pero el delantero Front y en medidas 29’’x2,60’’. El rango de inflado es el mismo que el neumático trasero (entre 1,5 y 4 bar o 22 y 58 psi) pero aquí nuestra recomendación sería por optar por una menor presión: por ejemplo, con cámara nos iríamos máximo a 2 bar y con tubeless a 1,7-1,8 bar e ir realizando pruebas. Los ajustes han de ser pequeños aunque sea más latoso, pero de esa manera podemos encontrar la presión más adecuada a nuestras necesidades.
En definitiva, el tema de la presión de los neumáticos es muy personal pero no es algo menor: una adecuada nos hará ir cómodos y seguros y con menores riesgos de sufrir percances.