Dice Ikea que mantener unos servicios de último kilómetro sostenibles y rentables que satisfagan al mismo tiempo las expectativas de los clientes es todo un reto. Seguramente tienen razón, porque muchas iniciativas enfocadas a la reducción de la huella de carbono requieren importantes inversiones. Aun así, la empresa sueca no es ajena a la adopción de tecnologías que ayuden a reducir sus emisiones. La última idea es utilizar triciclos eléctricos con paneles solares incorporados para repartos a domicilio dentro de las ciudades.
La compañía empezó a utilizar estos triciclos eléctricos de carga como parte de un programa piloto, en principio solamente en la tienda Ikea de Delft, en Países Bajos. El vehículo se ha estado utilizando para entregas urbanas en el centro de dicha ciudad. El proyecto piloto ha tenido tal éxito que Ikea ha decidido ampliarlo y ofrecerlo en todas las tiendas del mundo que quieran adoptarlo.
En un comunicado reciente, la empresa dice que el franquiciador mundial de Ikea (Inter IKEA Systems B.V.) ha decidido escalar y brindar a todos los minoristas de Ikea de todo el planeta la posibilidad de añadir «una alternativa más sostenible, accesible y rentable» a su flota de reparto a domicilio.
El triciclo en cuestión, conocido como SunRider, puede transportar aproximadamente el 90% de la gama de productos de Ikea y emite un 98% menos de CO2 que las furgonetas diésel modernas. Puede transportar un máximo de 150 kilos, nada mal para un vehículo de estas características. El mismo habitáculo que sirve como cajón de carga está cubierto con paneles solares que sirven para cargar las baterías del vehículo.
Tiene una autonomía eléctrica de 100 kilómetros por carga, aproximadamente. Desconocemos cuánto llegan a aportar los paneles solares incorporados en el vehículo. Si bien contribuirán con una parte, la posición de los paneles laterales les hace estar parcialmente desaprovechados.
«Para Ikea es importante explorar nuevas formas de mejorar la oferta de servicios para los clientes, tanto desde una perspectiva más sostenible, asequible y accesible. La bicicleta de carga con energía solar hace todo eso», explica Helene Davidsson, Directora de Sostenibilidad de Inter IKEA Systems B.V.
Aunque no conocemos sus especificaciones completas, en las imágenes se aprecia que el motor eléctrico va integrado en el buje de la rueda delantera. Equipa también frenos de disco en ambos ejes y un panel de instrumentos para mostrar la información más relevante del viaje (velocidad, autonomía restante, etcétera). Por supuesto, está decorado con el amarillo y azul característicos de la marca Ikea.
Durante los dos últimos años, los minoristas de Ikea han estado introduciendo furgonetas y camiones eléctricos para los servicios de entrega a domicilio. El objetivo de la compañía es ser climáticamente positivos para el año 2030, es decir, tener un saldo negativo de emisiones de gases de efecto invernadero (capturar o compensar más CO2 de lo que emite en todas sus operaciones). En ese proceso, la compañía sueca planea reducir sus actuales emisiones a la mitad para 2030 y llegar a cero en 2050 a más tardar.