Los coches híbridos, los híbridos enchufables y los 100% eléctricos no son nada nuevo en el mundo del automóvil. Hace más de un siglo, los primeros vehículos con motor eran eléctricos. Fue en los años 90 cuando Toyota demostró que la electricidad podía ser útil en un automóvil para hacerlo silencioso, práctico y, sobre todo, más económico, lanzando la producción en masa del Prius. En 2008, fue BYD la primera que aumentó el sistema eléctrico para incluir una batería que se pudiera conectar a la red junto a un motor de combustión: el primer híbrido enchufable de la historia. Nissan y Tesla acabaron eliminando por completo el motor de combustión para confiar la propulsión a un motor eléctrico.
Arrancaba así la historia moderna del automóvil eléctrico, con la sostenibilidad y la protección del medioambiente como bandera. Hoy, las cosas son más complicadas. El calentamiento global contribuye a un cambio climático palpable. Los motores de combustión interna se perciben como una de las fuentes principales de contaminación porque la quema de combustible libera gases de efecto invernadero. Los gobiernos de todo el mundo han comenzado a actuar, anunciando la prohibición de la venta de nuevos vehículos impulsados por combustibles fósiles: Noruega en 2025, Reino Unido en 2030, la Unión Europea y California en 2035. A la vez, se establecen incentivos a la compra de vehículos eléctricos.
Casi todos los fabricantes han entendido la realidad de una industria cambiante y han comenzado a invertir en el desarrollo y producción de vehículos eléctricos en una etapa de transición que les llevará a eliminar de su catálogo los motores de combustión. Una tendencia que se afianza en los fabricantes tradicionales y también en nuevas empresas que se aprovechan de la simplicidad mecánica de los coches eléctricos para buscar un hueco en el mercado. La mayoría de ellos confía en la tecnología de las baterías, pero también hay algunos que no renuncian a otras opciones como la pila de combustible de hidrógeno.
Without urgent action, the auto industry is on track to exceed #IPCC’s global warming limit by 75% in 2050. Working together to keep our planet livable is critical, so we've teamed up w/ @PolestarCars & @kearney on the #PathwayReport on ideas for action: https://t.co/8UjfB5II1Y
— Rivian (@Rivian) February 8, 2023
Dos fabricantes que quieren convencer a todos los demás.
Sin embargo, solo dos de ellos han decidido unir sus fuerzas y publicar un nuevo informe en el que advierten que todo esto no es suficiente: Polestar y Rivian. Ignorar las emisiones de gases de efecto invernadero en todas las cadenas de suministro y demanda puede hacer fracasar este esfuerzo. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPPC) ha declarado que todas las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 43% para 2030 para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 ºC en 2050.
Las conclusiones del informe ‘Pathway Report’ (Informe de ruta), realizado en asociación con la consultora Kearney, advierten de que la industria automotriz representa actualmente el 15% de todos los gases de efecto invernadero en la Tierra y que ya supera el camino indicado por el IPPC en al menos un 75%: cambiar todos los automóviles del mundo a vehículos eléctricos alimentados por batería no será suficiente.
Por lo tanto, se debe trabajar en conjunto y acelerar la transición sostenible a vehículos cero emisiones y al mismo tiempo asegurarse de que todos los involucrados en la producción se adhieran a los estándares de contaminación más estrictos. El informe exige una acción urgente y establece una estrategia de tres palancas para retomar a tiempo la ruta indicada por los Acuerdos de París:
- Palanca 1: Determinar la velocidad a la que deben reemplazarse los automóviles que funcionan con combustibles fósiles.
- Palanca 2: Aumentar la energía renovable en las redes eléctricas.
- Palanca 3: Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las cadenas de suministro.
Para que esta estrategia tenga éxito, las Palancas 2 y 3 necesitan abordarse con celeridad. En particular, Polestar ha realizado esfuerzos para reducir la huella de carbono de sus procesos de producción y actualmente está trabajando en el Proyecto Polestar 0: un coche eléctrico climáticamente neutral para 2030.
El informe de hoy de Polestar y Rivian ha sido compartido con los fabricantes de automóviles más grandes del mundo junto con una invitación “para que se sienten juntos a la mesa y discutir dónde podrían existir oportunidades para colaborar en el mayor desafío al que se ha enfrentado la humanidad: evitar que la temperatura global aumente 1,5 ºC en 2050”.