La mayoría de los motores para bicicletas eléctricas que se fabrican hoy en día se diseñan para conseguir un tamaño lo más compacto posible y, a la vez, para que sean extremadamente ligeros. La integración que se logra es tal que, en muchas ocasiones, quedan prácticamente ocultos a la vista. Todas estas características son, además, compatibles con una alta potencia de asistencia y mucha eficiencia eléctrica. Por último, los más sofisticados incluyen sistemas que ayudan a que el pedaleo sea lo más natural posible, con una entrega de potencia muy controlada y eliminando por completo los rozamientos internos cuando no están en marcha.
Sin embargo, toda esta alta tecnología choca con otro aspecto que también es importante: la sostenibilidad. En la mayoría de los casos, la reparación y el mantenimiento no se tiene en cuenta en el diseño, por lo que, cuando llega el momento de actuar por una avería, muchas veces la única solución es sustituir el motor completo. Pero hay un fabricante que, sin desmerecer estos aspectos, valora también estas características: Virvolt, una empresa francesa creada en 2019 que ofrece soluciones para electrificar todo tipo de bicicletas.
Otra forma de entender la eficiencia
Su última creación es el Virvolt 900, un motor diseñado para ser duradero y, lo que es más importante, reparable. Los componentes que lo forman pueden ser fácilmente reemplazados una vez que se han desgastado o por una avería debida a un golpe o un accidente.
El acceso al motor y su desmontaje puede hacerse utilizando herramientas estándar, como llaves Allen y destornilladores. Por supuesto, cuando se trata de realizar una reparación en el interior del motor, lo más aconsejable es que la realicen los servicios técnicos autorizados.
Pero esta no es la única característica que diferencia este motor del resto, puesto que también presume de ser muy versátil. El fabricante garantiza un sistema de instalación muy flexible. El motor se puede cambiar cómodamente de una bicicleta a otra. Al igual que en los procedimientos de reparación, un técnico autorizado puede realizar esta maniobra muy rápidamente.
En cuanto a la tecnología que incluye, el Virvolt 900 tiene un peso de 3 kilogramos y es capaz de generar una potencia nominal de 250 W y un par máximo de 80 Nm. Proporciona entre tres y cinco niveles diferentes de asistencia, en función de las preferencias del fabricante de bicicleta. Incorpora un sensor de par, que se encarga de mandar la señal de esfuerzo del ciclista al sistema electrónico para que regule la potencia de salida necesaria en cada momento.
Incluye un componente que no suele estar incluido en ningún otro motor: un plato de 42 dientes, que garantiza un funcionamiento suave y una asistencia de pedaleo perfecta. Dado que el motor está homologado según las normas europeas EPAC, carece de la posibilidad de incorporarle un acelerador.
En la actualidad, el motor Virvolt 900 se ensambla por completo en la planta que el Grupo Renault tiene en Flins-sur-Seine en la región de Yvelines, Francia. Se emplean para ello componentes de múltiples proveedores de todo el mundo, aunque, según indica el fabricante, en el futuro espera utilizar únicamente componentes de origen francés.
Además del Virvolt 900, esta empresa ofrece una segunda solución para electrificar bicicletas a partir de dos kits completos que incluyen la batería, el motor, la pantalla y la electrónica: Kit Virvolt 500 y Kit Virvolt 900. Según indica en su web, con ellos es posible transformar el 98% de las bicicletas convencionales existentes en eléctricas, sea cual sea su tipología.
