El auge de las bicicletas eléctricas está provocando un aluvión de opciones de compra en este sector. Lo que antes se limitaba a bicicletas de montaña y de carretera (y alguna urbana), ahora se ha convertido en una jungla en la que las posibilidades son, no infinitas, pero sí muy abundantes. Una tipología que destaca sobre el resto son las llamadas fatbikes. Como su propio nombre indica, aunque con pedales, las ruedas gordas y el aspecto musculoso y robusto, las aleja del prototipo de una bicicleta convencional.
Una fatbike es un tipo de bicicleta especialmente diseñada para andar en terrenos muy difíciles, como nieve, arena, barro o senderos rocosos. Se caracteriza por tener neumáticos significativamente más anchos que los de una bicicleta de montaña convencional, que, además, son de baja presión, lo que le brinda una mayor tracción y estabilidad en superficies sueltas o resbaladizas. Su ancho de paso es de 3,8 pulgadas, aunque en los casos más exagerados alcanzan las 5 pulgadas
Se acompañan de cuadros robustos y reforzados dotados de horquilla de suspensión delantera para absorber impactos. También pueden tener transmisiones específicas de una o varias velocidades para adaptarse a las condiciones del terreno. Con la introducción de sistemas de asistencia eléctrica, las fatbikes, que ya eran populares en Norteamérica, han dado el salto a Europa.
Esta circunstancia ha provocado que lleguen muchas bicicletas eléctricas preparadas para cumplir la normativa allí, mucho más laxa en cuanto a velocidades y potencias que la de aquí, lo que las convierte en vehículos ilegales.
Aquí, en las bicicletas eléctricas de pedaleo asistido, el motor puede alcanzar una potencia máxima de 250 W que solo asiste al ciclista si hace girar los pedales y, como mucho, hasta los 25 km/h. Es decir, no puede existir un acelerador o un impulsor que ponga en marcha el motor sin pedalear.
Sanciones para quien no lo cumpla
Las características exigidas por la ley no pueden observarse a simple vista, por lo que sancionar a un ciclista que viaja en una bicicleta eléctrica ilegal es bastante complejo, aunque ya ha sucedido en alguna ocasión. Sin embargo, no lo es tanto si el objetivo de la sanción son los fabricantes. Estos deben asegurarse de que cumplen con los requisitos del Reglamento UE 168/2013.
Precisamente, las autoridades de Países Bajos han impuesto una multa de 15.000 € a nueve vendedores de fatbikes que no cumplían con las regulaciones de homologación exigidas en Europa. La investigación ha demostrado que no respetaban los límites de velocidad máxima de asistencia y que disponían de motores con una potencia superior a la permitida.
En noviembre del año pasado, las autoridades de transporte holandesas ya advirtieron a 27 importadores que venden a través de Internet para que eliminasen de su oferta para Europa su catálogo de fatbikes. Quince de ellos dejaron de ofrecerlo. En abril de 2023, los 12 proveedores restantes recibieron una orden ya sujeta a multas coercitivas. Mientras que el procedimiento sigue en curso para tres de ellos, los nueve restantes ya han recibido la correspondiente sanción administrativa de la Inspección de Medio Ambiente Humano y Transporte.
Legislación y seguridad
Por encima de las bicicletas pedelec, existe otra categoría de bicicletas eléctricas denominadas Speed Pedelec, cuyo tratamiento legislativo es diferente. Esta tipología cuenta con un motor eléctrico de más de 250 W y, por lo general, superan los 25 km/h. Pero lo más importante es que disponen del acelerador de mano (un gatillo o un puño), que está prohibido en las EPAC convencionales. A todos los efectos, estas bicicletas se consideran ciclomotores y, por lo tanto, deben cumplir la normativa de los vehículos de la categoría 'L': homologación industrial, necesidad de seguro obligatorio, permiso de circulación, iluminación y tarjeta ITV. No hay que confundirse: por tener pedales, un ciclomotor no se convierte en una bicicleta eléctrica.
Karin Visser, directora de Supervisión e Investigación de la Inspección de Medio Ambiente y Transporte de Países Bajos, afirma que, generalmente, “los usuarios más jóvenes de fatbikes no se dan cuenta de que no es una bicicleta eléctrica, sino un ciclomotor. Aquí son obligatorios una licencia de conducir, matrícula, casco y seguro a terceros, incluso aunque se usen en en propiedad privada. Creemos que los vendedores de este tipo de bicicletas deben asumir su responsabilidad y proporcionar información adecuada a los compradores potenciales cumpliendo con las leyes y regulaciones".