La industria necesita de las ayudas públicas para expandir la presencia de vehículos eléctricos. Si Europa quiere cumplir realmente con sus objetivos medioambientales no sólo puede echar mano de las marcas privadas para lograr el cambio de tendencia.
Las subvenciones públicas siguen siendo vitales y Alemania parece dispuesta a eliminar todas y cada una de ellas. El Gobierno de Olaf Scholz acaba de anunciar que retira todas las ayudas a la compra de vehículos industriales eléctricos, incluidos camiones y autobuses. Un duro varapalo para muchas empresas y particulares que se quedan en un limbo comercial muy peligroso.
El año 2023 no pudo acabar peor para los intereses eléctricos alemanes. Tras una sentencia judicial, el Ministerio Federal de Economía se vió obligado a retirar todas las subvenciones públicas para la compra de turismos eléctricos.
De la noche a la mañana los conductores alemanes vieron cómo las ayudas se desvanecieron sin dejar rastro y sin la promesa de un nuevo programa de subvención pública. Muchas operaciones quedaron comprometidas, aunque numerosas marcas han salido al rescate al ofrecer ellos las ayudas retiradas por el Gobierno central.
Miles de operaciones en riesgo y freno para alcanzar los objetivos medioambientales
Ese mismo y lamentable paso se ha dado ahora en el sector industrial. El programa llevaba en activo desde 2021 y desde entonces había acumulado mucho éxito. Antes de concluir el curso anterior, fuentes gubernamentales anunciaron que la dotación de 2024 se vería reducida ante la alta demanda generada.
La realidad es que essa gran oferta pública ya no estará disponible y muchos expertos aseguran que puede ser un duro golpe para las ventas y para los objetivos medioambientales. A pesar de ello, los proyectos y las operaciones ya aprobadas no sufrirán modificaciones. Seguirán el rumbo habitual y podrán contar con la financiación del Estado.
Por toda Europa surge una corriente de duda con respecto a la implantación de la movilidad eléctrica generalizada. Muchos analistas esperan que el 2024 sea el primer año de la serie histórica donde veamos una clara ralentización de las ventas.
Algunas marcas ya han asegurado que su cartera de pedidos está en mínimos. Las fábricas reducen o paralizan su actividad ante la falta de reservas y muchas marcas sorprenden con suculentos descuentos con la intención de animar las ventas. El curso se avecina muy incierto y habrá que esperar a finales de año para sacar las conclusiones pertinentes.
El caso alemán es extraordinario por la dureza de las medidas económicas. El sector industrial y profesional necesita esas ayudas para poder acogerse a las obligaciones medioambientales propuestas desde Bruselas.
También supone un gran revés para compañías como Mercedes o MAN, ambas muy comprometidas con el desarrollo de camiones y autobuses eléctricos. Daimler Trucks lleva tiempo demostrando la viabilidad del transporte de mercancías electrificado. Su eActros es capaz de recorrer más de 500 kilómetros sin parar a recargar en condiciones reales de trabajo.