El fabricante de coches Ebro ha sido noticia últimamente porque supone el renacer de una marca con genes españoles, y que se quiere poner al día en materia de movilidad moderna. Lo hará con dos SUV, un pick-up y una furgoneta, como primeros modelos que ha adelantado, pero antes saldrá a Bolsa.
Las previsiones apuntan a que su lanzamiento oficial en el mercado financiero tendrá lugar entre julio y septiembre de este mismo año, para después poner en marcha la venta del que va a ser su estreno comercial en esta nueva etapa.
Tienen unos objetivos altas a corto plazo
Una iniciativa que ha nacido fruto del acuerdo con el fabricante chino Chery, y que tendrá su sede oficial en Barcelona, pues Ebro y Chery compartirán las instalaciones de la Zona Franca que abandonó Nissan. De este forma, lo más de 1.200 empleados que se quedaron sin trabajo, recuperarán su actividad laboral, tanto para ensamblar modelos de Ebro, como los de otras marcas del gigante chino, como Omoda y Jaeeco.
Lo primero que veremos con el emblema de la marca española será el Ebro S700, un modelo con tecnología PHEV, que toma básicamente todo del Chery Tiggo 7 Pro. Y el siguiente coche que lanzarán, el Ebro S800, hará lo propio con el Chery Tiggo 8 Pro, aunque este coche de momento no apunta a tener versión electrificada alguna.
En cuando al estreno en el mercado financiero de Chery, Andbank está al mando de la entrada del mismo en Bolsa, que lo hará incorporándose al BME Growth, destinado al ámbito nacional y para compañías en proceso de expansión y con capitales más limitados.
El crecimiento que espera Ebro
Ebro espera crecer con fuerza en sus primeros cuatro años de vida, contando a partir de 2025, cuando se lance el primer modelo, y con 2029 como fecha objetivo para haber pasado de un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 22 millones de euros a unos 250 millones de euros.
Para ello, tendrá que crecer rápido y expandirse por diferentes mercados, como el español, donde ya están previstos un total de 30 concesionarios repartidos por todo el territorio nacional.
Lo necesitarán para convencer a los potenciales inversores, que deben confiar en los dos SUV que hay en marcha, así como en el modelo pick-up 100% eléctrico basado en la Nissan Navara y en la furgoneta cero emisiones que hereda todo de la Nissan eNV200.
Para cuando hayan pasado los cinco primeros años de arranque de fabricación, la planta de la Zona Franca debería haber alcanzado ya su volumen máximo de producción viable, que es de 150.000 vehículos, o incluso hasta 200.000 si fuera necesario.