Vivimos en la era de la tecnología. La llegada del siglo XXI ha supuesto todo un impacto de novedades y tecnologías que prometen hacer nuestra vida mucho más sencilla en todos los ámbitos. En apenas dos décadas, el mundo del motor ha evolucionado más que en los 100 años anteriores y todos saben que el próximo paso es la conducción autónoma. Mientras que unos anuncian su pronta llegada al mundo real, otros opinan todo lo contrario. Tesla y BYD, los dos mayores productores de coches eléctricos del mundo, tienen un mismo objetivo, pero cada una ve el futuro de forma bien diferente, tal y como ha recogido la CNBC.
Actualmente, la mayoría de los coches nuevos que circulan por la carretera disponen de avanzados equipos de seguridad y asistencia con un nivel 2 de autonomía. La escala considera cinco niveles posibles, siendo el máximo la circulación automática del vehículo sin la presencia de un conductor. Aunque hemos visto numerosas demostraciones capaces de simular la máxima conducción autónoma, la verdad es que estamos bastante lejos de que nuestras carreteras se transformen en vías donde los coches campen a placer. Aunque Elon Musk no piense lo mismo.
El magnate americano cree que este mismo año -también lo anunció el año anterior- Tesla estará en disposición de anunciar la conducción autónoma total en sus vehículos. No hace falta decir que las últimas actualizaciones de su programa de asistencia han ganado tantas cualidades como polémicas. Musk cree que es el próximo gran paso en la evolución del automovilismo, aunque el reto es mayúsculo. Cuesta creer que en menos de un año los de Austin sean capaces de pasar de un nivel 2 de asistencia a un nivel 5, pero hay numerosos factores que entran en juego. El principal es el negocio que puede generar la conducción autónoma.
Musk ha asegurado que su compañía está en una posición privilegiada en la industria. Según él, Tesla es capaz de reducir el margen de beneficios por cada unidad vendida a cero y aún así seguiría ganando dinero gracias al software. Un órdago bastante importante que tendrá que demostrar con el tiempo. En el otro lado del mundo no tienen tan claro que esto llegue a darse. La postura de BYD es completamente contraria. Si bien sus coches más modernos disponen de avanzados equipos de asistencia, no creen que la conducción autónoma pueda llegar a hacerse completamente realidad.
Li Yunfei, uno de los portavoces de la marca, ha comentado: “Creemos que la tecnología de la conducción autónoma que está completamente separada de los humanos está muy, muy lejos y es básicamente imposible”. Además, el portavoz ha declarado, sin mencionar a Tesla, que hay muchas empresas que invierten grandes cantidades de dinero en la tecnología, pero, “después de invertir durante muchos años, demostrará que no lleva a ninguna parte”. Está claro que los chinos no ven el mundo de la misma forma que los americanos y, por eso, van a seguir vendiendo productos atractivos a un precio razonable sin prestar especial atención a la futura conducción autónoma.
Actualmente, Mercedes es la única compañía del mundo en ofrecer un coche con un nivel 4 de conducción autónoma. Más como un ejercicio de virtuosismo que de realidad. El coche es capaz de circular sin conductor en escenarios muy controlados. El nivel 5 exige muchos cambios, no sólo en la tecnología, también en la infraestructura. Estamos hablando de coches completamente conectados capaces de compartir y recibir información con el entorno. De llegar algún día la conducción autónoma, otro problema será la coexistencia entre coches modernos y otros que no lo son, porque, al fin y al cabo, siempre habrá quien no quiera ceder la responsabilidad o quien no pueda permitírselo.
