¿Te has preguntado alguna vez cuánto es posible ahorrar siendo propietario de un coche eléctrico? Aunque no existe una respuesta única para esta pregunta, ya que depende de diversos factores, resulta fascinante explorar las experiencias de los propietarios. Al fin y al cabo, son quienes mejor conocen el rendimiento real de sus vehículos.
En ese sentido hoy compartimos el caso de Kim Java, una youtuber entusiasta de Tesla que ha contado con todo lujo de detalles cuánto se ha gastado en sus cinco años con el Tesla Model 3. Importante comentar que no se hace referencia únicamente al gasto en electricidad, sino también a todo lo que rodea la simple posesión del vehículo: averías, seguros, mantenimiento, etc. ¿Cómo de caro es tener un Tesla?
Cuánto ha gastado (y ahorrado) Kim Java con su Tesla Model 3 tras 110.000 kilómetros
Muchos son los casos de éxito que se han visto en torno a la eficiencia y el ahorro que ha causado el coche eléctrico. En este caso en concreto, se adquirió la unidad en 2018, es decir, en un momento anterior a la bajada histórica del precio de este modelo. Aun así, pudo acceder a la ayuda estatal estadounidense, por lo que, finalmente, pagó 46.500 dólares.
Desde entonces, las principales fuentes de gasto para Kim Java han estado asociadas al pago de la póliza de seguro, mantenimiento y al consumo energético, por este orden. Más concretamente, por el seguro ha pagado un total de 60.200 dólares a lo largo de todo este tiempo. En mantenimiento, lo cual incluye cambio de neumáticos y filtros y revisiones del estado del vehículo, ha desembolsado un total de 2.400 dólares. Finalmente, en electricidad para destinarla a los desplazamientos, 2.300 dólares (a unos 0,11 a 0,14 dólares el kWh).
Adicionalmente, tuvo que hacer frente a la rotura de un brazo de suspensión, lo cual supuso un coste de 214 dólares. Se trata de la única reparación que ha tenido que pagar el propietario de esta unidad. Un coche de combustión interna tiene muchas más piezas que uno eléctrico, por lo que es mucho más probable que el propietario de un Toyota Camry o un BMW 330i, entre otros, hubiera tenido que afrontar más averías y deterioros.
El coste total incurrido desde la compra del vehículo ha ascendido a unos 50.000 dólares. Si hubiera apostado por una unidad con motor térmico, debería haber pagado facturas por un importe superior a los 60.000 dólares en el mejor de los escenarios.
Este ejemplo permite comprender, por tanto, cómo un coche eléctrico puede amortizarse en el medio y largo plazo respecto a una variante convencional. No obstante, es importante tener en cuenta que son muchas las variables que pueden incidir en el coste total.