Después de muchos meses de escollos financieros, Rivian está viendo la luz. La compañía norteamericana de vehículos eléctricos está presentando unos buenos resultados en cuanto a cifras de fabricación y entregas de productos. Esto hace que RJ Scaringe, CEO de la compañía, mire hacia adelante en el desarrollo de nuevos productos, como su ansiada gama R2. A tenor de todo esto, el CEO ha afirmado que los coches eléctricos son el verdadero futuro de la movilidad, relegando a los vehículos movidos por motores térmicos a algo pasado de época. Scaringe espera que la llegada de la gama de modelos más pequeños suponga una importante atracción para los clientes indecisos entre adquirir un coche eléctrico o uno movido por gasolina.
El segundo trimestre ha supuesto una importante cantidad de buenas noticias para Rivian, ya que ha logrado entregar un total de 12.640 coches eléctricos y ha confirmado que están en línea de lograr alcanzar su objetivo de 50.000 unidades anuales. Todo un récord para una marca que apenas lleva algo más de un año produciendo automóviles.
En una reciente entrevista de Heatmap al CEO de Rivian, este aseguró que el objetivo de sus actuales modelos R1 es “servir como un apretón de manos para el mundo. Y lo hicimos a un precio superior con un conjunto de productos emblemáticos, los modelos eléctricos R1T y R1S”. No obstante, el precio de partida de sus coches en Estados Unidos es más elevado de lo inicialmente propuesto por la compañía, lo que ha incidido en el hecho de que muchos potenciales clientes no pudieran acceder a ellos. Scaringe cree que los R2 resolverán este problema.
El CEO de Rivian aseguró que la adopción de vehículos eléctricos está siendo lenta, aunque el rendimiento y la capacidad de conducción “los hacen mucho más deseables que una alternativa de gasolina”, afirmó. “Comprar un coche que no sea eléctrico se siente como algo muy viejo, no sólo por la responsabilidad ambiental, sino también porque los coches térmicos son simplemente aburridos”.
Scaringe también ha opinado que, en parte, gracias al giro de tendencia en los fabricantes históricos en favor de la electrificación, “la tendencia es unidireccional, no creo que vayamos a ver a los consumidores reavivar su interés en los coches de combustión. La realidad es que los consumidores han dejado claro que se producirá un cambio en la industria”.
“Creo que la realidad de comprar un vehículo de combustión en 2023, a la luz de la política que se avecina, es como construir un establo para caballos en 1910. Imagina comprar un Chevy Suburban en 2030. ¿Qué vas a hacer con eso en 10 años? Es raro”, puntualizó Scaringe. “A menudo, un vehículo es el segundo activo más grande de una persona y está comprando algo que no tiene ningún futuro en nuestra sociedad”, concluyó.
La nueva serie R2 de Rivian debería incrementar notablemente las cifras de ventas de la marca, así como llevar a cabo su expansión hacia nuevos territorios para ellos, como Europa, donde ya han prometido en numerosas ocasiones su desembarco. Esta gama de eléctricos más pequeños llegará a principios de 2026 a un precio estimado de entre 40.000 y 45.000 dólares. En Europa, probablemente, el precio se incrementará algo hasta los alrededores de los 55.000 euros.