Durante mucho tiempo, Mazda ha sido acusada de no tomarse demasiado en serio el cambio hacia la movilidad eléctrica. Los japoneses son especiales en cuanto a su forma de pensar. Los cambios se suceden poco a poco y sopesan mucho las opciones y las alternativas. La movilidad eléctrica es una realidad, lleva años siéndolo, pero no ha sido hasta ahora cuando Mazda parece haberse dado cuenta de la situación. Su director ejecutivo global, Masahira Moro, reconoce que puede haber un problema con esa lenta estrategia.
Mazda siempre ha sido una marca muy especial en cuanto a su forma de pensar y actuar. Los de Hiroshima tienen en su haber algunos de los desarrollos más especiales e icónicos de la historia, y no sólo lo decimos por el Mazda MX-5, el roadster biplaza más vendido del mundo y que en un futuro cambiará de mentalidad. Son los padres ideológicos del motor rotativo o de la filosofía del rightsizing. Muchas veces han demostrado que sus ideas son las mejores, pero en otras ocasiones han tenido que reconocer el fracaso de su especial apuesta. La electrificación tampoco les está sentando muy bien por el simple hecho de ser excesivamente lentos.
El dominio de Tesla es más que merecido
En los albores de una nueva era, el llegar primero supone una enorme ventaja. Aunque Tesla no fue la pionera en fabricar coches eléctricos, sí ha sido la primera en saber venderlos y, sobre todo, acercarlos al gran público. Coches funcionales, útiles y económicos que están apoyados sobre la mejor y más extensa red de carga a escala mundial. La situación que vive hoy Tesla es la recompensa al duro trabajo de la última década. Los americanos han conquistado el mundo eléctrico y nada parece indicar que vayan a perder esa hegemonía en fechas próximas. Sólo China puede plantarles cara.
El propio Moro ha reconocido esta supremacía de la empresa americana durante una entrevista a la revista Fortune. Ahora bien, sus declaraciones han ido un poco más allá y no ha dudado en pintar de negro el panorama para el mercado americano, quitando a los de Elon Musk. Moro asegura que en Estados Unidos los coches eléctricos “no despegan” a excepción de los Tesla. Si miramos las cifras, razones no le faltan. El año pasado el mercado eléctrico cerró con una cuota de del 6%, este año todo apunta a que el curso concluirá con un 8% de ventas eléctricas, de las cuales el 57% corresponden a la compañía de Musk. Un poder que ninguna otra marca puede reconocer y que también puede extrapolarse a otros países del mundo.
Ni Volkswagen, General Motors o Ford han podido con los de Austin. El máximo dirigente de Mazda reconoce estar preocupado por la situación ya que asegura que el “inventario se está acumulando”. Sin embargo, lo que el CEO de Mazda no ha reconocido es que su estrategia tampoco ha sido la mejor. El MX-30 ha sido el único eléctrico de la compañía y, desde hace tiempo, ya no se vende. Mazda tiene ambiciosos planes EV para el futuro, pero nada a corto plazo. A la poca oferta se suman unos precios poco o nada competitivos. Los planes no pueden cambiar tan deprisa. Desarrollar un coche lleva tiempo, pero lo que está claro es que los de Hiroshima deben ofrecer más para, al menos intentar, dar caza a los reyes de lo eléctrico.