La automatización del proceso productivo de un coche eléctrico no para de crecer. Los robots están apoderándose de las líneas de montaje y, sin duda alguna, el último ejemplo de esta política nos lo muestra NIO. El fabricante de origen chino es consciente del poder de las soluciones del siglo XXI, tales como la robótica y la inteligencia artificial, por lo que llevará a cabo una reestructuración de la plantilla a lo largo de los próximos años.
Se trata de un movimiento muy repetido en este tipo de industrias, ya que el proceso de robotización cada día es más independiente a la hora de producir un automóvil. Ji Huaqiang, vicepresidente del Departamento de producción de NIO, ha querido dejar claro que este movimiento está en la misma línea que la apuesta por la inteligencia artificial en todo el proceso de producción. Este peso pesado de la compañía ha llegado a establecer que si se delegase hasta el 80% de las funciones a los robots, el 50% del equipo directivo sería prescindible.
NIO despedirá a casi un tercio de los trabajadores para apostar por la robótica
La polémica decisión tomada recientemente por NIO podría alargarse en el tiempo, siendo el año 2027 aquel en el que la plantilla pueda verse reducida en un 30%. Para entonces, una buena parte de la cadena de montaje estaría dominada por brazos robóticos dotados de inteligencia artificial. El propio Ji Huaqiang ha querido despejar una incógnita que permite descubrir cuáles son los planes de la compañía a un plazo más largo en un sector que parecer seguir esta misma estela. La automatización completa de la planta de producción podría ser una realidad pronto siguiendo el patrón ofrecido recientemente ante los medios.
NIO actualmente posee una capacidad productiva que se sitúa en torno a las 450.000 unidades anuales entre sus dos plantas en China. Pese a ello, la compañía todavía no ha sido capaz de ser rentable, aunque la situación ha mejorado notablemente a lo largo de los últimos meses. Ahora, el momento es muy distinto tras los graves problemas financieros ocurridos en el pasado. Ha llegado el momento, por tanto, de dar un golpe encima de la mesa e incrementar la competitividad de sus automóviles, los cuales disponen de su increíble sistema de intercambio de baterías.
La compañía china dispone de 786 unidades robóticas en su segunda fábrica, un número relevante teniendo en cuenta la juventud de la compañía. Con el paso del tiempo, ha intensificado una robotización todavía mayor en el proceso productivo, acercando la posibilidad de ver beneficios en el corto plazo. El próximo objetivo es la rentabilidad, cuestión que se conseguirá, según la propia visión de la compañía, reduciendo la fuerza de trabajo en aras de una apuesta superior por las máquinas.