En muchos países, la política de matriculaciones no es tan restrictiva. En España, por ejemplo, se sigue una figura lineal a lo largo del tiempo. Las matrículas cuentan con un orden ascendente de 10.000 números por cada conjunto de 3 cifras. Este método permite saber de qué fecha concreta es cada uno de los automóviles que han sido puestos en circulación. Un sistema parecido hay presente en el resto de países que conforman la Unión Europea. Ahora bien, ¿qué problema hay en relación con este modelo?
El principal inconveniente está relacionado con el coste de oportunidad. ¿Sabías que hay un mercado en el que se puede escoger una matrícula determinada pagando un precio determinado? En algunos países, los usuarios de automóviles pueden elegir números determinados sin importar un orden correlativo. Al fin y al cabo, la función de la matrícula es poder identificar la propiedad de un vehículo determinado, ¿verdad? He aquí el caso particular en el que Saeed Abdul Ghaffar Khouri llegó a pagar hasta 10 millones de euros por una determinada.
Por qué se pagaron 10 millones de euros en una matrícula con un solo caracter
El suceso tuvo lugar en Qatar y la subasta fue organizada por Emirates Auction Company en el año 2008. En un Estado en el que la riqueza abunda por doquier, contar con un superdeportivo o una berlina de gran lujo no es algo excepcional. ¿Cómo diferenciarse del resto? La forma más sencilla es optar por la adquisición de una matrícula personalizada. En Oriente Medio, la cultura popular establece que, conforme menor es el número usado en la placa, más poder tiene el propietario del vehículo que la porta.
Siguiendo esta costumbre, no parece raro que se haya pagado mucho más por el precio de la matrícula que por el del propio automóvil que la incluye. Se trata de una forma de entender el estatus que hay presente en un área con una altísima concentración de poder. Allí, conforme menos dígitos tiene el número de la matrícula, mayor distinción puede tener la persona a cuyo nombre se encuentra matriculado el vehículo. Esto convierte a la placa en un elemento diferencial para saber qué poder puede ostentar cada individuo.
En este caso en particular, el director ejecutivo de Abdul Khaleq Al Khouri & Bros Co y director ejecutivo de Milipol International Est., pagó la friolera cantidad de 52 millones de dirhams, unos 10 millones de euros de la época. Al cambio actual, sería el equivalente a casi 5 millones de euros. Teniendo en cuenta la inflación, llama poderosamente la atención que este récord se haya mantenido vigente durante todo este tiempo.
Teniendo en cuenta el incremento de la desigualdad que se ha producido desde la crisis económica de 2008 y la derivada de la pandemia, ¿habrá una nueva rotura en el precio a lo largo de los próximos años? Para comprender el increíble valor que hay detrás de esta matrícula, debes saber que se utilizó para matricular una de las centenares de unidades que hay disponibles del Bugatti Veyron.