En occidente, todas las iniciativas que han tratado de poner en marcha un sistema de intercambio de baterías han fracasado rotundamente. El sistema Better Place de Renault, lanzado en 2012, acabó en bancarrota, probablemente porque se adelantó a su tiempo y se combinó con el Fluence EV, un coche eléctrico que no se aprovechaba bien de las ventajas del sistema. Tesla también hizo una prueba de campo similar y comprobó que no era interesante para sus clientes, sobre todo teniendo detrás su amplia red de supercargadores, en ese momento gratuita.
Años después, los fabricantes de coches eléctricos chinos han vuelto a proponer esta opción dando buenos resultados en su país y exportándola a Europa y Estados Unidos, tal y como ha demostrado, por ejemplo, NIO.
Hace unos años, Ample se presentaba en Europa como una empresa tecnológica enfocada en resolver el desafío de la recarga de vehículos eléctricos. Sus estaciones de intercambio emplean baterías modulares adaptables a los coches eléctricos actuales. Los fabricantes de automóviles no tienen que modificar el diseño de sus vehículos, solo tienen que dividir sus grandes baterías en módulos. Independientemente del vehículo, Ample puede agregar o quitar baterías modulares según la forma y el espacio disponible.
Ahora, Fisker, un fabricante americano que está creando mucha expectación en Europa con su primer SUV eléctrico, anuncia que colabora con Ample para integrar este sistema de intercambio de baterías modulares en el Ocean.
Los detalles que han trascendido del acuerdo son todavía limitados. Ambas compañías afirman que el desarrollo ya está en marcha. Su objetivo es que las primeras unidades que implementen este tipo de baterías estén disponibles en el primer trimestre de 2024. Es decir, dentro de menos de un año. Fisker afirma que esta tecnología permitirá a los conductores recuperar la energía de sus vehículos “tan rápido como repostan hoy sus tanques de gasolina a un coste por kilómetro muy inferior”.
Según el fabricante, la opción de las baterías intercambiables es sobre todo adecuada para aquellas aplicaciones en los que es importante una gran autonomía, pero no se dispone de mucho tiempo para recuperarla, como es el caso del sector del transporte compartido. Afirma, además, que las baterías de los vehículos eléctricos se degradan con el tiempo y pueden costar una fortuna reemplazarlas. Sin embargo, con las baterías intercambiables, este problema desaparece para los propietarios.
Por eso, la opción de batería intercambiable del Ocean estará dirigida a "operadores de flotas que buscan hacer la transición a la movilidad eléctrica sin compromisos económicos y operativos". La compañía continúa diciendo que “la tecnología de Ample hace posible implementar rápidamente la infraestructura para que sus vehículos estén disponibles en los mercados más grandes en poco tiempo".
El CEO, Henrik Fisker, asegura que “el innovador sistema de intercambio de batería de Ample, brindará un nuevo nivel de asequibilidad al Fisker Ocean y, potencialmente, a los otros vehículos que tenemos la intención de lanzar al mercado”. Estas expectativas son compartidas por el CEO de Ample, Khaled Hassounah, quien afirma que “espera ayudar a que el Fisker Ocean esté disponible para un amplio segmento de clientes como parte de nuestro objetivo de llevar más vehículos eléctricos a las carreteras".
La fecha anunciada para comenzar con las entrega en Europa del Fisker Ocean es el próximo día 5 de mayo de 2023.