Mercedes-Benz introdujo su nueva gama de vehículos eléctricos hace varios años, con el Mercedes EQC, un SUV eléctrico que venía a dar alternativa a los interesados por el equivalente GLC. Aquel movimiento desembocó en una gama de coches eléctricos con todo tipo de tamaños, potencias y precios, por supuesto, con una imagen propia y muy personal con la que se podía identificar de un sólo vistazo. Sin embargo, esto está a punto de cambiar por completo.
Todos estos coches eléctricos, además de su imagen con personalidad propia, también contaban con nombres propios antecedidos por las letras ‘EQ’. No obstante, la presentación del último modelo eléctrico de la marca ha hecho saltar todas las alarmas al prescindir de casi todo lo conocido hasta ahora para un coche eléctrico de Mercedes-Benz.
Mercedes-Benz quiere coches eléctricos más ‘normales’
Concretamente, Mercedes ha roto con esta tradición hace unos días con el nuevo Clase G eléctrico. El todoterreno renuncia a una estética propia, (ya que cuenta con menos elementos particulares y diferenciadores) pero también con un nombre totalmente nuevo para un coche eléctrico. Desde su confirmación se ha rumoreado que tomaría el nombre de ‘EQG’, encajando así dentro de esta gama. Sin embargo, finalmente será ‘G 580’. ¿Por qué ha hecho esto la marca?
Desde el medio Autocar han podido mantener una charla con Rober Lesnik, jefe de Diseño Exterior de Mercedes. En su intervención, el responsable afirmó que esto se debe a que la marca quiere que sus coches eléctricos y térmicos pertenezcan a una misma familia.
“Siempre dijimos que los vehículos eléctricos de primera generación deberían verse diferentes. Una arquitectura construida expresamente merecía un diseño construido expresamente. Los coches que tenemos ahora influyeron en los coches eléctricos”, afirmó Lesnik.
“Después de una primera generación creemos que no hay necesidad real de que hacer que estos parezcan diferentes, porque la gente ya está acostumbrada a ellos”, puntualizó el directivo. “Dijimos a propósito que queríamos hacer algo diferente en la primera generación, y lo hicimos. Pero siempre dijimos que, en cierto momento, cuanto más avanzas y miras hacia el futuro, más similar se vuelve todo lo que hay. No puedo decir que la parrilla o muchas otras cosas de los coches eléctricos estén muertas. No, los modelos seguirán estando influenciados por la actual generación de coches eléctricos”.
Lejos de la imagen puramente estética, los coches eléctricos cuentan con estos elementos propios también enfocándose en la practicidad y utilidad. Ejemplo claro de ello es su parrilla carenada, ya que estos no necesitan de una refrigeración o ventilación tan elevada como los modelos térmicos. Esto hace que dicha zona pueda tener personalidad propia, algo que, a priori, no va a desaparecer. Lo mismo sucede también con las llamadas llantas aerodinámicas, por ejemplo.
“A partir de 20 metros de distancia no se debe notar la diferencia con un vehículo de gasolina”. Esta fue la tendencia iniciada por la marca en el diseño del G 580 eléctrico y que a partir de ahora se dejará ver más a menudo en toda la gama ‘cero emisiones’ de la marca. Es decir, adiós al sobrenombre ‘EQ’ y a una estética propia. “Tenemos cuatro parrillas icónicas en la marca, más que cualquier otra compañía, y necesitamos usarlas”, concluyó el directivo.
