Los vehículos eléctricos son reconocibles por su ausencia casi total de sonido. Esto es algo que ha preocupado a ciertas asociaciones en los últimos años, especialmente sobre la seguridad de personas invidentes. Algunos de los vehículos eléctricos o electrificados comercializados en otras regiones del mundo cuentan con la posibilidad de que su conductor seleccione el sonido que emitirá el vehículo cuando circule a baja velocidad, algo que la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) acaba de rechazar de pleno.
El pasado martes, la mencionada administración hizo pública su decisión frente a la propuesta lanzada el pasado año 2019, según ha publicado Automotive News. De haberse aprobado, los fabricantes automovilísticos tendrían vía libre para incorporar en sus vehículos híbridos o eléctricos “cualquier cantidad de sonidos compatibles”, algo por lo que esta administración no estaba dispuesta a pasar.
Esta decisión va más encaminada hacia la prohibición o, más bien, prevención de que los fabricantes automovilísticos no inserten ciertos sonidos en sus “vehículos silenciosos”, tales como sonidos naturales, es decir, de ciertos animales, ya que esto podría crear una destacada confusión entre las personas invidentes u otras con algún otro tipo de minusvalía sensorial.
En sus recientes declaraciones, un responsable de la NHTSA ha admitido que durante el debate sobre si esta medida se aprobaba o denegaba, la mayor parte de los allí presentes la rechazaron de pleno. Entre los asistentes se encontraban algunas asociaciones de defensa de las personas ciegas, así como varios invidentes; ambos, junto a otros miembros de la administración, respaldaron el rechazo de promover la propuesta.
La mencionada administración dijo que uno de los motivos principales de rechazo sobre la propuesta es que esta se encontraba escasa en datos que la respaldasen. No obstante, no todos han aceptado esta decisión, ya que Alliance for Automotive Innovation, un grupo integrado por entusiastas, apasionados y responsables de diferentes compañías, han declarado su descontento ya que, según afirman, esto limita las posibilidades de adoptar sonidos propios o personales de cada compañía. Ellos fueron quienes, inicialmente, lanzaron una petición a la NHTSA, que posteriormente se transformó en propuesta en el año 2019. En su requerimiento se reflejaba con claridad la petición de “poder instalar una cantidad no específica de sonidos compatibles en los vehículos eléctricos”.
No obstante, en el año 2018, la propia NHTSA dictaminó que “los vehículos silenciosos” como eléctricos o híbridos con alta presencia eléctrica, deberían emitir un sonido externo cuando circulasen a baja velocidad para alertar a los peatones de la presencia de dicho vehículo. Durante la publicación de aquella legislación no se especificó qué tipo de sonidos podían o no emplear.
Por el momento no se ha dictaminado sentencia definitiva sobre el mencionado rechazo a la propuesta lanzada por la Alianza de Fabricantes de Automóviles y Fabricantes de Automóviles Globales, algo que sucederá en los próximos días. Desde la NHTSA afirman que solo el fabricante o distribuidor autorizado podrá cambiar o desactivar este sonido.
En Europa, el pasado mes de julio de 2021, se dictó sentencia en este aspecto y es que todos los coches eléctricos, híbridos o híbridos enchufables que se vendan en la región deberán equipar de serie el Sistema de Aviso Acústico (SAAV). Su rumorosidad deberá estar situada entre los 56 y los 75 decibelios, deberá ser continuo y con variación según la velocidad a la que se circule, así como no podrá ser apagado por el conductor. Todo ello se recoge en el Reglamento 138 del CEPE (Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, el cual modifica el Reglamento 540/2014 sobre el nivel sonoro de los vehículos de motor.