Se puede decir sin temor de duda que Tesla ha revolucionado la industria del automóvil. La llegada de Elon Musk a la dirección del fabricante americano marcó un antes y un después en el centenario sector. Rompiendo toda regla y todo esquema preestablecidos, Tesla ha conseguido lo que ningún otro fabricante había logrado: fabricar coches eléctricos de forma masiva y a bajo precio. Eso le ha permitido exprimir sus posibilidades y hoy todos los rivales tratan de copiar sus soluciones. Nissan será la próxima en hacerlo. Los japoneses apuestan por la fórmula del gigacasting como solución a sus problemas eléctricos.
Antes de la irrupción de Tesla, Nissan era la gran dominadora en el, por entonces, despoblado mercado eléctrico. El LEAF se convirtió en el vehículo impulsado por baterías más popular y vendido en todo el mundo. Un coche de masas al que el tiempo no le ha sentado nada bien. Nissan ya ha comunicado que pronto presentará una nueva edición del LEAF, muy posiblemente convertido en un SUV. Sin embargo, tendrá muy difícil conquistar el éxito del pasado. Muchos rivales han ocupado su puesto, pero la estrategia japonesa es ofrecer un buen producto a un precio razonable.
Nissan tiene previsto ahorrar un 10% del coste actual de producción
Para ello tendrán que cambiar de mentalidad. Actualmente, el Nissan Ariya es su modelo eléctrico más importante. En 2021, con motivo del lanzamiento del SUV, los de Yokohama anunciaron a bombo y platillo la puesta en marcha de una fábrica puntera. La planta de Tochigi estaba considerada como una joya industrial, aunque ha dado problemas desde el principio. Es una de las razones por las que el Ariya no ha triunfado, tal y como ya comentamos. Las líneas de ensamblaje estaban infrautilizadas y los ingenieros no encontraban la solución. Ahora, tal y como apuntan desde Automotive News Europe, Nissan plantea otro cambio radical.
El proceso de gigacasting desarrollado por Tesla es, posiblemente, el mejor invento de la marca. Un revolucionario procedimiento de impresión que es capaz de crear grandes piezas de fundición en apenas segundos. Tradicionalmente, las marcas soldaban o pegaban diferentes componentes para la carrocería. Con el proceso de estampado en caliente de Tesla los tiempos y el coste se reducen significativamente. Es curioso como hace unos años algunos fabricantes japoneses rechazaban dicho enfoque productivo, pero ahora lo miran con otros ojos. Nissan no será la única en utilizarlo. Toyota también se ha cambiado de bando y pronto lo hará efectivo.
A las dos marcas japonesas podemos sumar otras importantes como Volkswagen, aunque por ahora no parecen haber pulido todos los detalles. Nissan espera reducir el coste de producción un 10%, aunque previamente tendrá que invertir mucho dinero en comprar las máquinas de estampado de 6.000 toneladas de presión. El objetivo es trabajar a largo plazo. Todavía tardarán años en adaptarse al nuevo formato. Se espera que los primeros coches eléctricos producidos mediante el método Tesla vean la luz en 2027. Para ese mismo año Nissan quiere empezar a vender los primeros coches alimentados con baterías de estado sólido.
