La pasada semana, la Unión Europea abrió una investigación formal para comprobar si los fabricantes de automóviles chinos reciben ayudas o apoyos por parte del Gobierno del país oriental. Según apuntan desde el New York Times, dicha contribución sería superior a lo estipulado inicialmente, lo que podría ser uno de los causantes de que los vehículos chinos sean tan baratos en Europa.
En el mencionado informe del diario norteamericano se centran particularmente en la marca NIO. La compañía conocida por muchos gracias a su particular sistema de intercambio de baterías, se encuentra desembarcando poco a poco en el Viejo Continente. Sin embargo, esto puede que no le esté yendo tan bien como aparenta, y es que el estudio del New York Times puntualiza que la firma perdió en torno a los 835 millones de dólares en el periodo de entre el mes de abril y junio. Esto, haciendo una simple división, da como resultado que la pérdida fue de alrededor de 35.000 dólares por vehículo vendido.
Pérdida económica descontrolada
No obstante, estas cifras resultantes son sinónimo de que las cosas no van del todo bien en NIO, ya que afirman que el precio medio de un vehículo de la marca es de alrededor de 42.000 dólares. Entonces, ¿cómo es posible que siga siendo rentable ? La respuesta es sencilla: el Gobierno chino dotaría de importantes apoyos económicos a la empresa para que le siga siendo viable exportar coches a Europa.
Más cifras que aputan como dudosas: la marca emplea a 11.000 personas sólo en los departamentos de Investigación y Desarrollo, sin embargo, de media, matricula unos 8.000 coches al mes (su mejor mes fue el pasado julio con 20.000 entregas). Por otro lado, la inversión depositada en robótica para las fábricas ha sido enorme, algo que justifican con que,, a la larga supondrá un ahorro en términos de contratación de personal, pues en una de sus fábricas únicamente trabajan 30 personas.
Es decir, por el momento se puede afirmar que ninguna de las operaciones que realiza NIO a día de hoy es totalmente rentable. Precisamente por ello, desde la Unión Europea han abierto una investigación sobre coches eléctricos chinos para averiguar el por qué de este presupuesto infinito.
Algunos de los fabricantes chinos que se encuentran actualmente llegando a Europa cuentan con un efectivo prácticamente ilimitado gracias al sistemático apoyo del Gobierno oriental. Esto les permite soportar grandes pérdidas económicas y, sin embargo, seguir creciendo como empresa en territorios nuevos para ellos.
Como buen ejemplo de ello, el mencionado informe afirma que NIO se quedó sin efectivo en 2020. En ese momento, el Ejecutivo local de Hefei, donde se encuentra la planta de ensamblaje de JAC-NIO, inyectó mil millones de dólares a cambio de una participación del 24% en la compañía. Además, una entidad bancaria controlada por el propio Estado aportó otros 1.600 millones de dólares adicionales.
Por otro lado, NIO no es la única que ha recibido importantes apoyos estatales. XPeng ha admitido públicamente la recepción de dicha financiación por parte del Gobierno de Wuhan. El estudio puntualiza que BYD, por su parte, es una clara excepción de esto, ya que es una marca que es totalmente rentable y se financia por sí sola.
La confirmación de este estudio podría ser clave a la hora de que la Unión Europea termine de aplicar ciertos aranceles a la exportación de coches eléctricos chinos hacia el Viejo Continente, principalmente como medida proteccionista a las marcas históricas europeas. Varios países, como Francia o Italia, ya han sido tajantes en este apartado y apoyarían dicha aplicación cuanto antes.