Las rotondas tirachinas: ¿Eficiencia de conducción o problema moral en el tráfico?

Las rotondas tirachinas permiten ahorrar tiempo al que las utiliza. Ahora bien, ¿es ético o pueden ser objeto de temeridad? He aquí las claves de este peculiar y polémico truco.

El truco de las 'rotondas tirachinas' no podría aplicarse en todas las existentes en la geografía española.
El truco de las 'rotondas tirachinas' no podría aplicarse en todas las existentes en la geografía española.
02/09/2023 08:30
Actualizado a 02/09/2023 08:30

Las rotondas son una de las soluciones más recurridas a la hora de gestionar el tráfico en las ciudades y en el ámbito interurbano. En ocasiones, dependiendo del tráfico presente en un lugar determinado, puede ocasionar atascos. En la geografía española, este suele afectar, principalmente, al carril derecho. Esto ocurre, sobre todo, si la primera de las salidas de la rotonda es la más concurrida. El truco de las rotondas tirachinas, en este sentido, cobra especial sentido para ahorrar tiempo. 

Ahora bien, ¿es ético aprovechar un vacío legal para ahorrar toda la cola presente delante de nuestro vehículo? Es posible que alguna vez hayas usado esta fórmula, pero lo cierto es que puede ser una maniobra algo temerosa. Este tipo de movimientos reciben el nombre de rotondas tirachinas debido a la ruta que se usa para saltarse la fila de vehículos situados a la derecha. ¿En qué consiste? He aquí algunas de las claves que explican su funcionamiento. 

Una fórmula para colarse en el tráfico

Las rotondas tirachinas, en realidad, no existen. Simplemente, se trata de la denominación que recibe el truco que te mencionamos a continuación. Imagina que, a diario, circulas por una rotonda muy concurrida en la que debes salir por la primera salida. Lo lógico, en estos casos, es encontrar una gran cantidad de tráfico en el carril derecho por cuestiones obvias. ¿Cómo podrías adelantar a todos estos vehículos sin incumplir la normativa? El paso más sencillo sería colocarnos en el carril de la izquierda. 

Una vez allí, llegaríamos hasta la rotonda y, en vez de girar a la derecha en la primera salida, deberíamos completar una vuelta completa. Esta se haría, parcialmente, en el carril interior. A media altura, cambiaríamos al carril exterior para, ahora sí, dirigirnos a la salida. De esta forma, no se incurriría en ninguna infracción y, al mismo tiempo, se conseguiría ahorrar tiempo. Se trata de una maniobra que no estaría prohibida, ya que se cumple en todo caso con el Reglamento General de Circulación. 

La duda está, por tanto, en qué ocurre a nivel moral. Teniendo en cuenta que muchos otros conductores no practican esta técnica, no estaríamos respetando el correcto turno de entrada en la rotonda. Puede parecer una temeridad, pero lo cierto es que dependerá del tamaño de la rotonda y lo concurrida que esté en el interior de la misma. 

Hay diversos enfoques a la hora de analizar esta maniobra. Se obtiene una mayor eficiencia personal, pero lo cierto es que contribuye a un mayor tráfico en el carril derecho, ya que deben ceder el paso a los que están en el interior de la rotonda. El truco de las rotondas tirachinas, por tanto, genera disparidad de opiniones entre los usuarios de la vía. 

Sobre la firma
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Óscar Almarza

Óscar es graduado en Economía por la Universidad de Valencia y es redactor en medios de motor desde hace 10 años. Destaca su paso por Freno Motor y por Urban Tecno, blog de tecnología y movilidad de Mundo Deportivo. Apasionado de los coches desde que tiene uso de razón, está convencido de que la movilidad eléctrica es posible y necesaria.