Los Tesla están en constante evolución y mejora. Gracias a sus actualizaciones remotas, consiguen implementar nuevas funcionalidades sin necesidad de pasar por el taller. Los de Austin están empezando a desplegar una nueva actualización del sistema, la denominada versión 2022.8.2. En ella se introducen mejoras y nuevas funcionalidades además de un sistema más preciso para el cálculo de autonomía gracias a que tiene en cuenta diferentes factores ambientales.
Aunque por el momento parece haber pasado desapercibida esta nueva utilidad, un usuario especializado en los vehículos de la marca ha dado las pistas sobre ello. Según sus propias averiguaciones, los Tesla ya pueden precisar mucho más los consumos y la autonomía teniendo en cuenta condicionales que hasta ahora no parecían emplearse. Una pequeña ayuda que servirá a los usuarios a tener un mejor conocimiento de hasta dónde podrán viajar con sus vehículos eléctricos antes de recargar.
El cálculo de la autonomía no es nada sencillo de conseguir. En el consumo de un coche, sea cual sea, intervienen muchos factores a tener en cuenta. Aunque es el conductor el que más influye en el estado de la batería, también intervienen agentes externos que pueden lastrar las expectativas. Densidad del aire, viento lateral, viento frontal, nivelación del terreno, condiciones atmosféricas… Todo ello afecta a las cifras de consumo y autonomía. Lo normal es que los cerebros electrónicos de los coches no tengan en cuenta tales datos.
Pero Tesla sí, o al menos eso parece tras la última de sus actualizaciones. Según Tesla Green, conocido usuario y revelador de secretos, la nueva mejora permite tener en cuenta los vientos, la calidad del aire e incluso la humedad del ambiente en el cálculo de los consumos y la autonomía. Hay que tener en cuenta que los coches esconden muchos elementos de control que no vemos, pero que están ahí para cumplir diversas utilidades, como es en este caso.
Un pequeño laboratorio meteorológico permite calcular las condiciones exteriores. Los Tesla son conocidos por la calidad de sus ambientes interiores. Múltiples sensores y filtros recogen la información del estado del aire para aplicar un mejor filtrado que llegue a los ocupantes. Esos sensores parece que serán los que tomen las medidas con las que el cerebro electrónico hará cálculos constantes para evaluar la autonomía y los consumos marcados, mejorando una precisión que por el momento sigue siendo uno de los puntos débiles de todo coche eléctrico.
Por el momento, esta nueva funcionalidad solo parece estar disponible en las actualizaciones de China, algo que cada vez resulta más habitual en Tesla. Si finalmente la mejora del sistema supone una mejora para los usuarios es lógico pensar que se extenderá al resto del mundo. Todo ello permitirá reducir la llamada ansiedad de rango, un mal que experimentan muchos usuarios primerizos de coches eléctricos, y que supondría poder viajar de forma más tranquila.