Hace unas semanas el CEO de Mazda, Masahira Moro, reconoció abiertamente que los coches eléctricos no despegan, a excepción de los Tesla. Si bien el máximo responsable de la marca japonesa está bien encaminado, su afirmación no es del todo correcta. El mercado eléctrico sigue en vías de expansión. Las ventas crecen rápidamente en todo el mundo y cada vez más marcas apuestan por productos atractivos. Sin embargo, esa rivalidad, así como otras circunstancias generales, va a provocar que Tesla incumpla sus objetivos de ventas para este 2023. Los datos son positivos, pero no tanto como Elon Musk había predicho a principios de año.
Si bien el 2022 superó las expectativas de todo el mundo, rompiendo la barrera del millón de coches eléctricos de Tesla vendidos, para este 2023 se esperaba cerrar el curso con el doble de unidades matriculadas en todo el mundo. El propio Musk así lo reconoció, “hay potencial para lograr 2 millones de entregas este año”, aunque también añadió que dicho objetivo se lograría si no hubiese una “maldita fuerza mayor”. Pues bien, si no salta la sorpresa de las últimas jornadas, la fuerza mayor ha llegado y, por primera vez en mucho tiempo, Tesla no cumplirá sus ambiciosos objetivos de ventas, aunque estará muy cerca.
Un crecimiento del 37% que puede saber a poco a los inversores
El 2023 ha sido un año muy intenso. En enero, al poco de arrancar el curso, Tesla lanzó un órdago impresionante. Redujo drásticamente los precios de venta de su gama para hacerla incluso más atractiva. La jugada pilló a muchos rivales por sorpresa y en todo el mundo se produjeron maniobras de cambio. Sin embargo, Tesla está en una posición de privilegio que pocas marcas rivales son capaces de igualar. Los fabricantes tradicionales no pueden echar por tierra sus tarifas, pues, de lo contrario, las pérdidas serían alarmantes. Todo el mundo esperaba que a finales de curso se alcanzase holgadamente las predicciones de Musk.
Diversos analistas especializados estiman que Tesla cerrará el 2023 con 1,82 millones de coches vendidos. Es un dato excelente si tenemos en cuenta que supone un crecimiento del 37% con respecto al 2022. Ninguna otra marca puede decir lo mismo, pero Tesla siempre ha acostumbrado a inversores y seguidores a superarse a sí misma. El hecho de no alcanzar los objetivos puede suponer un duro varapalo financiero. Ahora mismo, es imposible saber cómo reaccionarán los mercados ante las cifras finales, pero muy posiblemente no estarán tan contentos como el año pasado.
Si bien la bajada de precios ha estimulado las ventas, varios condicionantes externos no han puesto fácil la expansión provocando este incumplimiento. En Estados Unidos algunas unidades han dejado de ser aceptadas para los beneficios fiscales. Desde hace unos días, Alemania ha cortado de raíz cualquier ayuda al coche eléctrico. Sin embargo, es China la que más daño ha causado a la empresa de Musk. La oferta elétrica ha crecido rápidamente. Nuevos modelos y empresas que pueden plantar cara a los americanos con productos tan solventes como los suyos y a un precio más competitivo. Ese es el caso de BYD, la única empresa capaz de superar las ventas de Tesla tras una pugna anual que será largamente recordada en la industria.
