La del Grenadier es una de esas historias que todo amante de las cuatro ruedas pensaba que no se iba a repetir. Tras la desaparición del Land Rover Defender tal y como se ha conocido durante décadas, Jim Ratcliffe, uno de los hombres más ricos del Reino Unido, decidió recuperar la esencia de los verdaderos 4x4 con un coche que reuniese lo mejor de todos ellos. El Ineos Grenadier ya está llegando al mercado, pero ahora, por fin, mostrará su lado más sostenible gracias a un tren motriz basado en el hidrógeno.
Ineos Automotive sólo es una pequeña parte del vasto imperio del señor Ratcliffe. La compañía matriz, Ineos, es una de las empresas petroquímicas más grandes e importantes del mundo que, dada la pasión de su CEO por el mundo del motor, se asocia con diversas ramas del automovilismo, como, por ejemplo, la Fórmula 1 mediante el patrocinio de la escudería Mercedes. Una historia de dinero, pasión y capacidad que se completará más adelante, en 2026, con el lanzamiento de una versión 100% eléctrica.
Hasta ahora, el Grenadier se ha presentado en formato diésel y gasolina. A principios de este mismo año, diversos informes recogían que Ineos había decidido parar el proyecto del Grenadier de hidrógeno. El gran inconveniente es la infraestructura de recarga de hidrógeno, que, a día de hoy, sigue siendo excesivamente escasa, aunque Europa acaba de sacar una ley que busca una solución. El problema es mayor y sensible si tenemos en cuenta que el Grenadier está diseñado para poder llegar al lugar más inhóspito de la tierra sin importar la ruta.
Todo el mundo pensaba que el desarrollo estaba en standby, pero cual ha sido la sorpresa cuando Ineos acaba de presentar el prototipo de hidrógeno en el Festival de Goodwood. Por ahora, sólo es eso, un prototipo, pero tan avanzado que mañana mismo podría entrar en servicio. Estéticamente hablando, no hay variaciones con respecto a los modelos que ya conocíamos. El verdadero secreto se esconde bajo el capó, donde desaparece todo rastro de motores térmicos, pero no de BMW. Una vez más, Ineos ha buscado un proveedor serio y de confianza para suministrarle el tren motriz.
BMW proporciona los motores a Ineos, tanto el diésel como el gasolina. Hará lo mismo con la versión de hidrógeno, más concretamente con el propulsor eléctrico que será el de la versión definitiva que monta el iX5 Hydrogen. En el SUV alemán desarrolla 300 kW (402 CV) de potencia con una autonomía de 504 kilómetros. Además, las celdas de combustible son las desarrolladas por Toyota. Añade dos tanques de gran capacidad fabricados en materiales de alta resistencia y un sistema de carga de hidrógeno convencional que permite recuperar la total autonomía en apenas unos minutos.
Por el momento, no hay fecha concreta para el lanzamiento definitivo del Grenadier FCEV, pero sí que llegará. La otra cuestión por resolverse es el precio de venta al público. Ineos no quiere considerarse una marca prémium, pero su producto destacará por varios aspectos: fiabilidad y capacidad offroad. Para conseguir ambas cosas hay que gastarse mucho dinero, tal y como demuestran las tarifas de las versiones térmicas. Su precio mínimo es de 80.000 euros. La versión de hidrógeno debería superar dicha cifra sin grandes problemas.