El crecimiento del comercio online ha impulsado una demanda sin precedentes en el transporte de mercancías, especialmente en los centros urbanos, donde el acceso se vuelve cada vez más complicado. Renault, en colaboración con sus socios de Flexis, ha presentado la Renault Estafette Concept, una furgoneta eléctrica que promete ser la solución ideal para el reparto urbano en la era moderna.
Inspirada en sus antepasados
El Estafette Concept no solo es una nueva furgoneta eléctrica; es una continuación de la tradición innovadora iniciada en 1959 por la Estafette original.
Al igual que su predecesora, este nuevo modelo destaca por su diseño práctico y adaptado a las necesidades reales de los profesionales del transporte.
La Estafette Concept se basa en la plataforma FlexEVan, desarrollada por Flexis, y está diseñada para ser un vehículo compacto por fuera, pero amplio por dentro.
Su altura de 2,59 metros permite que el conductor se desplace cómodamente de pie por el interior, lo que facilita las operaciones de carga y descarga. Tiene unas proporciones muy verticales, pues la longitud y la anchura son similares a una Kangoo L2. La Estafette Concept mide 4,87 m de largo y 1,92 m de ancho, pero tiene un diámetro de giro entre bordillos similar al de Clio (poco superior a 10 m).
Diseño funcional y seguro
La seguridad y la eficiencia han sido pilares en el desarrollo del Estafette Concept. Las puertas laterales correderas, que se abren con un solo gesto, y la cortina trasera enrollable para acceso directo a la carga, están diseñadas para ahorrar tiempo y reducir el esfuerzo físico del conductor. Además, la carga siempre permanece segura gracias a un diseño que evita su exposición a la vía pública.
Un gran escalón se abre automáticamente cada vez que se abre la cortina, diseñada exclusivamente para la carga. El volumen de carga es de 7,1 metros cúbicos, similar al de una Trafic L1H2.
Una herramienta de trabajo para el futuro
El Estafette Concept es el primer vehículo de Renault Group en incorporar la arquitectura electrónica SDV (Software Defined Vehicle), que ofrece una serie de beneficios clave para los vehículos comerciales. Esta tecnología permite actualizaciones continuas del sistema, lo que optimiza el rendimiento y reduce los costos de operación en un 30%.
El SDV también proporciona una alta personalización, lo que permite a las flotas adaptar el vehículo a necesidades específicas, como la refrigeración o la instalación de equipos especializados. Además, esta tecnología mejora la ciberseguridad, protegiendo los sistemas del vehículo contra posibles ataques.
Cuenta con una pantalla de 7 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra pantalla táctil de 12 pulgadas desplazada hacia la derecha, pero orientada hacia el conductor. En su base, así como en el centro del volante y a su izquierda, una serie de widgets sirven de accesos directos a las funciones seleccionadas.
En los extremos del salpicadero, dos pantallas verticales de 10 pulgadas muestran las imágenes de la vista trasera captadas por las cámaras exteriores, los retrovisores digitales, lo que refuerza todavía más su carga tecnológica.