China no sólo se ha convertido en la industria más prolífica del mercado automovilístico mundial, también se ha transformado en el principal mercado para muchos fabricantes extranjeros. Volkswagen lleva años invirtiendo en la zona y, si bien sus datos son espectaculares, los alemanes temen el avance de las compañías locales. Para asegurarse su posición dominante, Volkswagen quiere invertir más dinero en el país. Lo hará con la colaboración de su principal socio chino. Miles de millones de dólares que se sumarán a un gasto ya de por sí elevado.
La llegada del coche eléctrico ha roto con el status quo habitual de la industria. Europa, Estados Unidos y Japón han dirigido la oferta y la demanda durante décadas, pero China, con su enorme poder industrial y tecnológico, ha pisado el acelerador. Con miles de millones de potenciales clientes, es un mercado que las marcas tradicionales no pueden ni quieren dejar pasar.
Los intereses en la región son cada vez mayores y de ahí que asistamos a lanzamientos exclusivos para China. El gasto no ha hecho más que comenzar. Las marcas necesitan esas ventas para sus balances anuales.
Mayor inversión en China mientras se planea una extraña alianza en Europa
Durante años, Volkswagen ha sido la marca más popular en el país. Los alemanes se han centrado en una oferta principalmente ICE con coches muy específicos. Sin embargo, la era eléctrica se les está atragantando. En 2023, BYD superó a los alemanes como el principal fabricante de China, una pérdida de poder que puede afectar negativamente al balance económico de la compañía.
Durante estos años, Volkswagen ha estado asociado a diferentes empresas locales. Entre ellas SAIC, con la que comparte una empresa que domina al 40%. La última compra se ha dirigido a XPeng. 700 millones de dólares de gasto para la compra del 4,99% del fabricante chino.
Sin embargo, en esta ocasión, Volkswagen se ha decantado por otro de sus socios para impulsar la estrategia eléctrica. En 2017, Volkswagen y JAC firmaron un acuerdo para la creación de una empresa conjunta, 50:50, centrada en la producción de coches eléctricos.
En 2020 los alemanes incrementaron su poder en la compañía haciéndose con el control del 75% de las acciones gracias a una relajación en las reglas chinas. El Gobierno liberó parte de la presión a las marcas extranjeras, permitiendo a las compañías como Volkswagen poseer más del 50% de las acciones de una empresa local.
JAC y VW han llegado a un acuerdo para incrementar el capital de la sociedad. Los chinos aportarán 1.600 millones de yuanes, aproximadamente 203 millones de euros. Los alemanes serán más generosos, tal y como corresponde a su mayoría accionarial. Volkswagen incrementará el presupuesto en 4.900 millones de yuanes, unos 623 millones de euros al cambio de moneda.
El objetivo no es otro que recuperar el terreno perdido en China y, de paso, acelerar su cambio hacia la electrificación. Mientras, en Europa, empiezan a surgir fuertes rumores sobre una posible asociación entre Renault y Volkswagen con el objetivo de plantar cara a los fabricantes chinos y a sus coches eléctricos baratos y pequeños.