Jaguar Land Rover no acaba de acertar con la transición hacia los coches eléctricos. Si en 2021 la marca se vio obligada a replantearse su estrategia respecto a los vehículos eléctricos y tomarse un respiro de tres años, este año han decidido cambiar la imagen corporativa de su marca Jaguar y las críticas se han cebado con ellos.
Y eso que la relación de Jaguar con los coches eléctricos comenzó bien, muy bien. El SUV coupé eléctrico Jaguar i-PACE, el primer coche eléctrico de la marca, se puso a la venta en 2018 y, además de lograr buenas matriculaciones, se hizo con el prestigioso premio al Coche del Año 2019 tanto en Europa como en Estados Unidos.
El primer SUV eléctrico de lujo con cierto éxito comercial
El Jaguar I-PACE incluso fue el primer coche eléctrico de uso real -por parte de Carlos III de Inglaterra-, pero sus ventas se estancaron pronto y, lo que es peor, comenzaron sus problemas.
Tanto es así que, en Estados Unidos, donde este Jaguar había logrado unas ventas interesantes, los vehículos fueron llamados a revisión por la NHTSA -la Administración Nacional de Seguridad Vial estadounidense-. Y no una vez, ni dos, ni tres. Hasta en cinco ocasiones, según publica en Estados Unidos Road&Track.
Un sinfín de llamadas a revisión por un problema de riesgo de incendio
El problema del Jaguar I-PACE en Estados Unidos comenzó en mayo de 2023, cuando la NHTSA detectó que la batería de algunos de estos SUV eléctricos fabricados en 2018 y 2019 se sobrecalentaba -pudiendo causar un incendio- y solicitó a sus propietarios que limitaran su carga al 80% y que aparcasen “lejos de los edificios”.
Jaguar instaló una actualización de software que monitorizaba el estado de la batería durante la carga y, supuestamente, debía solucionar el problema.
Pero no, en octubre de 2023, los I-PACE fueron llamados otra vez a revisión por la misma causa, ya que la solución propuesta por la marca no parecía haber funcionado correctamente. Y así volvió a ocurrir en febrero, marzo y hasta en agosto de 2024.
Finalmente, y para evitar aumentar la mala imagen de la marca -ya que hasta tres de estos SUV eléctricos fabricados en 2019 han sufrido incendios-, la directiva de Jaguar decidió el pasado 11 de noviembre recomprar a sus actuales dueños 2.760 unidades de Jaguar I-PACE con el fin de evitar que estos sufran aún más problemas de la misma índole.
Estos Jaguar I-PACE se trata de unidades comercializadas en Estados Unidos y fabricadas entre el 5 de enero de 2018 y el 14 de marzo de 2019. Lo que no ha trascendido es el precio al que los recomprará Jaguar.