Volvo sabe que tiene que generar mucha expectación con su nuevo modelo eléctrico. El Volvo EX90 transformará la compañía. El fabricante sueco quiere que su nuevo SUV eléctrico se convierta en la punta de lanza de su estrategia de futuro. Llevamos varios años escuchando muchas cosas sobre él, y pronto lo conoceremos al completo. El próximo 9 de noviembre se producirá la presentación oficial en todo el mundo. Será entonces cuando podamos descubrir hasta el último de sus secretos, aunque pocos quedan por saberse ya que una vez más Volvo nos desvela detalles sobre su excepcional trabajo. Hoy toca conocer la aerodinámica y el funcionamiento del radar LiDAR.
Los SUV o todocaminos no son especialmente amables en su enfrentamiento con el aire. La gran superficie frontal suele causar estragos en la eficiencia aerodinámica, dificultando el avance y aumentando el consumo. En el caso de los modelos eléctricos el dramático efecto es incluso más importante ya que supone una pérdida notable en autonomía. Una mala aerodinámica puede arruinar por completo todo el conjunto, sin importar el avanzado desarrollo de los motores, las baterías o el software. Se trata de una característica esencial.
Para reducir al máximo la fricción con el aire, Volvo nos enseña cuáles son los recursos que ha empleado en el EX90. Ten en cuenta que estamos hablando de un gran SUV. Un modelo que se situará por encima de los 5 metros de longitud con capacidad para siete pasajeros y cuyo peso tampoco es que sea especialmente discreto. Los ingenieros suecos han tirado de todos los manuales disponibles. Cubrir la parrilla, enrasar los tiradores de las puertas e incluso carenar las llantas para no generar vórtices de arrastre. A pesar de ello, las formas que se muestran no favorecen, y de ahí que Volvo anuncie un coeficiente aerodinámico de 0,29 para el EX90.
No es un mal dato, pero hay que ponerlo en perspectiva para darse cuenta de que hay modelos mucho más efectivos en la lucha contra el aire, como por ejemplo el Mercedes EQS con su coeficiente de tan sólo 0,20. Uno de los detalles que quedan por conocerse es la autonomía de una batería que se espera que supere ampliamente el margen de los 100 kWh de capacidad neta. Las primeras cifras barajan rangos de uso superiores a los 550 kilómetros, aunque algunos se animan a situar ese límite por encima de los 600 kilómetros. En unos días saldremos de dudas.
Con respecto al otro detalle importante que Volvo quiere que conozcamos hay que reconocer que los suecos siempre se han mostrado muy aplicados en la materia de seguridad activa y pasiva. En el futuro la compañía incluirá un nuevo aliado en esa estrategia, el radar LiDAR. No es la primera vez que te contamos sobre él, de hecho hace unas semanas te adelantamos cómo su rendimiento permitirá al Volvo EX90 convertirse en el coche más seguro, o al menos uno de los más seguros, del mundo.
El avanzado equipo de radar analizará de forma constante todo lo que precede al coche. Su precisión es tal que es capaz de detectar peatones a una distancia de hasta 250 metros. El bloque principal irá instalado en el techo, justo encima del parabrisas. Desde ahí la lectura será más amplia y precisa. Una vez el LiDAR sea capaz de detectar los obstáculos es trabajo del software y de la programación responder a esas amenazas, evitando situaciones de riesgo o minimizando la gravedad del impacto en el caso de que este sea insalvable.