Esta moto eléctrica de campo, la cual tiene un 80% de piezas fabricadas en nuestro país, no tiene nada que envidiar a la nueva KTM Freeride E. Y esa moto es la Stark Future Varg: ya hablamos de esta marca hace unos meses, la cual “planea lanzar nuevos modelos de motos eléctricas, tanto de segmentos off-road como de carretera, lo que le permitiría aumentar su facturación a cifras históricas, e incluso convertirse en el principal fabricante de vehículos cero emisiones de dos ruedas de su categoría”, como dijimos en aquel reportaje.
La Stark Future Varg es una motocicleta que tiene más de presente que de futuro: lanzada hace un par de años, se ha ido consolidando gracias a las constantes (aunque pequeñas) mejoras que la han permitido ir madurando para llegar a ser lo que es a día de hoy, una auténtica montura de motocross que no tiene nada que envidiar a las mejores creaciones del segmento.
Hace unos días decíamos que la nueva KTM Freeride E 2025 llegaba con la intención de posicionarse en lo más alto de las motocicletas eléctricas de campo, gracias a ser completamente nueva, que ha traído tanto un aumento de las prestaciones a nivel motor-batería como a nivel de comportamiento, con un claro viraje hacia el Enduro (originalmente era una especie de simbiosis entre el Trial y el Enduro) que la ha permitido despuntar en competición a manos del prestigioso corredor de Hard Enduro Manuel Lettenbichler.
Estructura clásica de moto de cross
Bueno, entremos de lleno en lo que ofrece la Varg de cross: esta motocicleta está diseñada específicamente para la práctica del motocross, por lo que no está preparada para ser matriculada. Este aspecto es diferente a la KTM, por lo que no podremos rodar con la Varg por vías públicas (eso incluye el campo abierto), no pudiendo montar más allá de los circuitos cerrados.
El chasis de la Stark Future Varg es de acero al cromomolibdeno, con subchasis en aluminio, aunque el motor forma parte también de la estructura, lo que hace que el chasis no sea excesivamente grande, redundando en una rebaja de peso: y es que la Varg pesa solamente 118 kg (KTM declara menos de 112 kg en su Freeride E, gran cifra teniendo en cuenta el equipamiento extra que lleva como moto matriculable que es)
En la marca aseguran haber conseguido una distancia libre al suelo 60 mm mayor que gran parte de las motos de la competencia, lo que ayuda a mejorar el paso por zonas complejas y que la parte baja del motor no toque el suelo en saltos de gran envergadura.
El diseño de los plásticos que ‘adornan’ la Varg es tremendamente atractivo, con cierto aire futurista pero sin salirse de la habitual estética de las motos de cross, algo siempre bienvenido por los usuarios de este tipo de motocicletas.
El sillín, de estilizado diseño, se ha prolongado lo suficiente hacia atrás para que el piloto tenga bastante libertad de movimientos.
Las suspensiones ofrecen el suficiente recorrido para ‘engullir’ los grandes saltos de los circuitos crosseros: la horquilla invertida firmada por Kayaba y puesta a punto por Technical Touch ofrece 310 mm de recorrido (la Freeride E 2025 se queda en 250 mm) y el amortiguador trasero, anclado al basculante mediante un esquema progresivo de bieletas, llega también a los 310 mm (la Freeride E ofrece 240 mm).
Por cierto, comentan desde la marca que la posición del anclaje del amortiguador se puede modificar para rebajar la altura del sillín, tanto para los pilotos menos altos como para los que prefieran practicar Enduro, donde se ha de echar el pie al suelo con mayor frecuencia.
Un potente motor con una capaz batería
Uno de los detalles que más remarcan desde la propia Stark Future es el motor instalado, una potentísima unidad que, como ellos mismos destacan, ofrece valores de potencia por encima de lo que sería una moto de combustión de 450 cc.
El motor de la Varg, refrigerado por agua y con una especial carcasa realizada, en parte, en fibra de carbono, arroja unas cifras de potencia realmente espectaculares: podemos ajustar la potencia a través de la App del fabricante, llegando a la cifra de 80 CV (hay una versión con 60 CV), convirtiéndose de esta manera en la moto de cross más potente que existe.
El par motor entregado es descomunal: hablamos de 938 Nm a solo 1.200 rpm, lo que supone una aceleración descomunal. El motor puede llegar a girar a 14.200 rpm: vamos, que son datos de una moto de competición
Para hacernos una idea del potencial de esta moto, decir que la KTM freeride E 2025 tiene una potencia máxima de 19,2 Kw (equivalen a unos 26 CV), muy lejos de las cifras de la Varg.
Por su parte, la batería también es excelsa: ofrece 6,5 Kwh (la de la KTM Freeride E es de 5,5 Kwh), lo que permite, según el fabricante, llegar hasta las 6 horas de autonomía (la Freeride E, en condiciones normales de pilotaje, se queda entre 2 y 3 horas). La recarga es otro de los detalles más destacables: en 2 horas se recarga por completo, mientras que, por ejemplo, la KTM necesita hasta 8 horas.
¿Qué tiene de ‘espacial’ la Stark Future Varg?
No, no nos hemos equivocado en este titular: la Stark Future Varg tiene mucho de ‘espacial’, comenzando por el nombre… Destaca en ella, para ser una moto de cross, el cockpit instalado: han optado directamente por anclar un Smartphone, pero no el nuestro. Con la moto se suministra una Stark Phone impermeable y resistente a los golpes, el cual queda perfectamente integrado en un soporte en el manillar. Este nos permite, gracias a la Varg App de la marca, poder ajustar la curva de potencia o el modelo de frenado regenerativo acorde a nuestras necesidades. También podemos cambiar el modo de aporte de potencia en él y visualizar diferentes parámetros del motor y estadísticas de nuestras salidas.
Este Smartphone, por cierto, es perfectamente utilizable cuando lo sacamos de su lugar. Y cuando lo acoplamos, se conecta a la moto y se va cargando en marcha.
Al principio de este reportaje decíamos que la Stark Future Varg tenía un descuento en el precio de adquisición que la convierte en una montura muy a tener en cuenta: es cierto que aún no sabemos el precio de la KTM pero también es cierto que es una motocicleta eléctrica de Enduro, por lo que es matriculable, así que el usuario al que va enfocada cada una será algo distinto.
Sin embargo si comparamos la Varg, por ejemplo, con la competencia ‘de combustión’, el modelo español sale bastante bien parado: sin salir de KTM, una SXF 450 2025 de 4 tiempos y 63 cv de potencia vale en las tiendas 12.769 €, mientras que por la Varg piden en la actualidad 11.999 €.
Más información en: Stark Future Varg