En las calles de nuestras ciudades, cada vez es más habitual cruzarse con algún vehículo electrificado. Y no hablo únicamente de coches per se, sino patinetes, bicicletas o incluso motos. Ahora, en el mercado cubierto de Oxford han dado vida a un nuevo concepto para la movilidad en el interior de este. Son dos, y por supuesto tienen nombre propio: Aria y Atlas.
Como digo, cada vez es más habitual cruzarse con vehículos eléctricos, pero estoy seguro de que nunca os habéis cruzado con algo parecido a la propuesta que nos llega ahora desde Inglaterra. Y es que su diseño tan controvertido es capaz de generar incluso simpatía, pues exteriormente llama la atención de todo aquel que lo ve.
Electric Assisted Vehicles Limited (EAV para los amigos) es una empresa que fue fundada en el año 2018. Dos años después, han presentado al mundo un nuevo concepto de bicicleta eléctrica con cuatro ruedas. Su concepción fue sin duda, de lo más extraña, pues sus fundadores, ingenieros aeroespaciales y de Fórmula 1, quisieron crear algo que cualquier conductor de furgoneta pudiese conducir al mismo tiene que disfrutaría. Como digo, el concepto es innovador cuanto menos.
Presentado en forma de dos vehículos hermanos, el propio Ayuntamiento de Oxford los ha bautizado como Aria y Atlas. Estos entrarán en funcionamiento el próximo día 22 de Junio, y serán utilizados por las empresas de Covered Market, donde entregarán productos alimenticios frescos y también flores en el centro de la propia capital inglesa. Su finalidad no es otra que la de reducir la tasa de emisiones de CO2 en el centro de la ciudad, así como descongestionar esta zona en la que cada día cientos de vehículos se ven inmersos en grandes atascos.
Vehículo eléctrico Atlas.
Según un reciente análisis de la ciudad, el sector del transporte representa el 68 por cierto de las emisiones totales dentro de Oxford. Unas tasas más que elevadas que presentan una necesidad imperante de ver cómo disminuyen. El consejo de la ciudad ha establecido su propio objetivo para los límites de emisiones en 30 g/m3 de NO2 para el año 2025, una cifra inferior que la que establece el propio gobierno de Reino Unido, la cual se sitúa en 40 g/m3.
Pero volviendo a nuestros dos protagonistas de hoy, su diseño pretende acercar ambos vehículos tan dispares como son la bicicleta clásica y una furgoneta de carga. Utilizan un chasis de plataforma estable con tecnología Cloudframe y, por supuesto, estamos ante dos vehículos completamente eléctricos (siempre que no se requiera pedaleo). Tienen una autonomía de entre 29 y 96 kilómetros, dependiendo de la asistencia necesaria; su velocidad máxima es de 25 kilómetros por hora y su peso se establece en 125 kilos.
Su tamaño reducido, pero suficiente para poder transportar cargas u objetos, lo hacen especialmente fácil para el desenvolvimiento en el interior del propio mercado, y sus estrechas calles pensadas principalmente para el tránsito peatonal. Su limitada velocidad máxima otorga una garantía de seguridad en caso de atropello a algún peatón.
Desde el propio Ayuntamiento de Oxford, esperan que esta iniciativa tan característica llegue a otras ciudades y que poco a poco se vaya abriendo la democratización del vehículo completamente eléctrico y ecológico. Esto contribuirá a disminuir las emisiones de gases nocivos, así como a aliviar las congestionadas calles de las grandes urbes. Al fin y al cabo, ¿qué hay más ecológico y práctico que una bicicleta eléctrica con un gran espacio de carga?