No hay que olvidar que Renault fue de las primeras en aventurarse en la senda eléctrica. La compañía, con el Renault ZOE ofreció un eléctrico razonable mucho antes de que sus rivales ni siquiera empezasen a pensar en la movilidad eléctrica. La oferta de la marca no ha crecido mucho desde entonces, pero las ventas demuestran que el mercado reclama coches híbridos y eléctricos. El 40% de las ventas de Renault en la actualidad ya corresponden a nuevas tecnologías, aunque el aviso de una recesión en Europa puede suponer un duro contratiempo para la compañía y para la industria en general.
Renault está celebrando en el Salón de París un momento muy especial. La llegada de Luca de Meo a la silla de CEO de la compañía ha traído consigo ambiciosos planes de electrificación. En general, la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi tiene una apretada agenda de lanzamientos de nueva generación. Nissan, y sobre todo Renault, tienen mucho que decir en esa estrategia. Los próximos años se presentan especialmente activos para la compañía gala, que espera recuperar algunos de sus nombres más clásicos para la próxima etapa eléctrica.
Con el Renault 5 ya confirmado y los primeros adelantos del Renault 4, el mercado espera la llegada de unidades eléctricas de precio razonable y gran atractivo. En sus últimos lanzamientos Renault se ha centrado en ofrecer una excelente relación calidad-precio, como siempre ha sido habitual en la casa. El Renault Arkana, el Renault Captur y el más reciente Renault Austral sirven a los clientes para adentrarse en la movilidad híbrida o híbrida enchufable, mientras que el Renault Mégane E-Tech atrae a aquellos compradores que buscan desconectarse por completo de los combustibles fósiles.
Aunque el Austral todavía no ha desembarcado en el mercado, se espera que sus ventas superen a las de otros modelos. El segmento C-SUV es el más importante en cuanto a volumen de matriculaciones en Europa, y Renault ha propuesto un SUV que en todo momento va a hacer gala de algún tipo de electrificación. En 2021 los modelos electrificados de Renault representaron en torno al 25% de las ventas totales. En este 2022 la cifra ya ha crecido hasta el 40%. Un aumento exponencial que apoya las últimas decisiones de la compañía.
Sin embargo, no todo iba a ser positivo. Renault afirma que en los últimos meses han observado una caída en los pedidos a nivel europeo. Un 20% menos que avecina una más que probable recesión del mercado continental. Los problemas en la cadena de suministros, el elevado precio de los carburantes y de la energía, y el conflicto bélico en Europa del Este están confluyendo como una tormenta perfecta que promete ralentizar las ventas. A pesar de ello, en Renault confían cerrar el año en cifras similares a las conseguidas en 2021, que siguen siendo muy inferiores a los niveles prepandemia.