Volvo es una compañía que se encuentra ahora mismo en un proceso evolutivo completo. Su gama de futuros modelos eléctricos está en pleno desarrollo, tanto lo concerniente a su propia fabricación como la de los diferentes componentes que compondrán el vehículo. Ahora, la directiva de la firma sueca ha hecho unas declaraciones en las que aceptan el llamado "megacasting", o fundición a presión de grandes piezas, como uno de sus principales objetivos a llevar a cabo en la próxima generación de modelos eléctricos, siguiendo así el proceso de fabricación que ya efectúa Tesla.
El megacasting es el proceso de fabricación de coches eléctricos que emplea actualmente Tesla en el Model Y. Consiste en la fundición de enormes piezas del vehículo, como el subchasis, en lugar de fabricar muchas de tamaño más reducido y posteriormente soldarlas. Esto permite ahorrar costes económicos y complejidad de fabricación, disminuir el peso del vehículo y aumentar la eficiencia, lo que redunda directamente en una ganancia en la autonomía eléctrica total del modelo final.
Volvo se encuentra actualmente moviendo sus fichas para, llegado el momento, lanzar toda una oleada de coches eléctricos bajo unos cánones ya bien asentados en la industria. Nada de experimentos extraños que puedan detonar en un mayor gasto de dinero o en modelos no tan buenos; Volvo quiere hacer las cosas bien desde el primer momento en el que decida aumentar su gama de productos eléctricos, algo para lo que la compañía ya ha firmado un acuerdo con Northvolt para que sea su fabricante de baterías, y paralelamente ha llevado a cabo una inversión de 1.100 millones de dólares para la mejora de su planta de Suecia, con la vista puesta en llevar a cabo el llamado megacasting sobre sus futuros lanzamientos.
Este tipo de fabricación centra el proceso productivo sobre grandes piezas que, en el caso de Tesla, afectan al subchasis en la zona trasera y delantera del modelo (del Model Y, en este caso) generando así los beneficios ya mencionados antes. Esto se lleva a cabo actualmente en la planta de Shanghái, aunque también se realizará en las dos nuevas plantas de inminente apertura: Texas y Berlín. Según explicó Elon Musk, la máquina de fundición que lleva a cabo este proceso es la más grande y avanzada jamás fabricada, por lo que es bastante lógico que Volvo haya decidido tomar el mismo camino para con sus coches eléctricos.
Por el momento se conoce que Volvo llevará a cabo este mismo tipo de proceso sobre la estructura de sus modelos, lo que permitirá garantizar también una mayor rigidez del propio chasis. Según comentó el jefe de ingeniería y operaciones de Volvo al medio Automotive News Europe, este será el mayor cambio tecnológico desde que se acogió al acero como sustituto de la madera. Este nuevo proceso reducirá el tiempo total de fabricación en el área de ensamblaje en un 75%, según Volvo.
La gran inversión de 1.100 millones de dólares que Volvo ha hecho sobre su fábrica de Torslanda también ha permitido llevar a cabo una renovación de los talleres de pintura y ensamblaje final, así como construir una nueva planta de montaje de baterías de la mano de Northvolt. Desde Volvo han puesto toda la carne en el asador para convertirse en uno de los mayores exponentes del sector automotriz eléctrico en los próximos años, más aún de cara al año 2030, cuando la marca comercialice exclusivamente coches eléctricos.